El plan Andinia. Fundación de una segunda Israel en la Patagonia
Muchas veces, quizás por que intento analizar tendencias futuras para
pronosticar el porvenir, me preguntan que es lo que va a suceder en los próximos
años a la Humanidad. Casi siempre respondo que nada mejor que consultarlo con
“los Protocolos de los Sabios de Sión” para saberlo con exactitud. Ya he hablado
de los mismos en algún artículo anterior y, seguramente, volveré a ellos en más
de una ocasión. Hay quien tiene como libro profético el Apocalipsis de San Juan,
otros las Centurias de Nostradamus, los más creyentes los Mensajes Marianos… En
cambio, yo suelo consultar los Protocolos ¿porqué? pues simplemente por que se
están cumpliendo con una exactitud pasmosa.
No me considero antijudio, de hecho tengo muchos amigos que lo son. Si, en
cambio, me considero un antisionista convencido y en pie de guerra contra sus
personas e intereses. Muchos judíos son antisionistas, más de los que pensamos y
además, muchos de entre ellos podrían considerarse como ultra-ortodoxos en su
religión. Cierto es que la mayoría han apoyado muy activamente a la creación del
estado de Israel. Pero, me pregunto si respaldarían la creación de una segunda
nación judia en el mundo. La respuesta quizás nos la pueda dar Caleb Onam
Redfield en este extenso pero muy interesante artículo:
LOS PROTOCOLOS DE LOS SABIOS DEL SION Y EL “PLAN ANDINIA”: ¡QUÉ GRANDEZA LA
NUESTRA!: EL ARIANISMO HITLERIANO NOS LLEGABA A LOS TALONES…
Como judío argentino, corro el riesgo de terminar habitando en un lo que pueda
dejar de ser la Argentina para convertirse en un nuevo Estado judío, donde ya no
tenga mi “doble nacionalidad”. En tal caso, ya que dejaría de ser argentino
porque la Argentina dejaría de ser, podría preguntarme: ¿qué tan judío sería en
realidad, por el mero hecho de cargar con una genética judía, si mis ideas se
oponen al falso Dios de los Judíos y al plan de dominación mundial? Quedaría
como un apátrida ideológico; ya sin nación a nivel jurídico en un país deshecho,
ni a nivel espiritual, pues no formo parte de esa falsa espiritualidad judía
cargada de codicia y racismo discriminatorio a los demás pueblos, que se traduce
en la propaganda judía de hacerse las “víctimas” de la discriminación racial de
los antisemitas (quienes no son otra cosa que el espejo que nos devuelve lo que
proyectamos al mundo).
Por alguna razón, me tocó nacer en la Argentina, donde vengo a descubrir que
está focalizado el plan de conquista y dominación más ambicioso del pueblo de mi
linaje. Reproduciré, a continuación, lo que la mayoría de los argentinos ignoran
al respecto, pues sólo circula, por lo visto, apenas en círculos muy
restringidos.
EL PLAN ANDINIA
El 23 de Marzo de 1969, de 21:00 a 23:00, se realizó en la sede del Templo
Israelita de Paso 423, Buenos Aires, una reunión de Judíos Ashkenazis presidida
por el Rabino Gordon, del Kahal de Nueva York. Una infidencia de uno de los
presentes ha permitido conocer el tema de la conferencia, que versaba sobre la
República Argentina y el Plan ANDINIA.
El Rabino Gordon, que en el año 1971 regresó a la Argentina, comenzó destacando
la calidad de la concurrencia, absolutamente seleccionada, y la fundamental
importancia del tema a tratar. En efecto, de su capacidad de acción dependía la
ejecución del Plan, cuyo fracaso no se admitía, «pues tanto Israel como la
Diáspora estaban pendientes de ese éxito o de ese fracaso, que podría
convertirse en la gloria o en la penuria judía, ya que en el presente y futuro
próximo, la solidez de la estabilidad del Estado de Israel podría ser conmovida
y para tal emergencia, habría que asegurar UN TERRITORIO DE PORVENIR PARA EL
PUEBLO JUDÍO DEL MUNDO, donde trasladar su poder y su fuerza, para desde allí
iniciar los pasos necesarios para recuperar la tierra histórica, si fuera
necesario, provocando una Hecatombre Mundial”.
Y añadió el Rabino: «Ahora, Hermanos míos, quiero deciros que la situación puede
tornarse muy crítica para el mundo judío en fecha no muy lejana, si no logramos
prevenir y asegurar el futuro. «Todos vosotros conocéis el Plan de nuestro Gran
Profeta, Dr. Teodoro Herzl (”El Estado Judío”), en el que planificó la creación
de dos Estados Judíos, uno en Palestina y otro en Argentina, y que en 50 años
tendríamos uno constituido. Aunque en su tiempo fue denominado “el Sueño de
Herzl”, hoy, nosotros y el mundo somos testigos de la realización de ese sueño.
En efecto: desde Octubre de 1897, hasta Mayo de 1948 (50 años y meses) el Estado
Judío quedó constituido declarando su Independencia con el asombro del mundo
entero.
«La aparición de Herzl no fue más que la aparición del Mesías para todos los
Judíos Sionistas del mundo. Sus planes quedaron comprobados, no fueron sueños
sino realidades, quedando por realizar la segunda parte del Plan: ANDINIA.
«Si Palestina ha sido realizada con el sacrificio y capacidad judía de aquellas
tierras, queda ahora por demostrar lo mismo de la Judeidad Argentina, numerosa y
selecta.
«La descripción de todas las bonanzas de la “Tierra de Promisión”, como llama
Herzl a la Argentina, les dirá que tampoco fueron sueños. Son realidades
absolutas comprobadas por Comisiones Tecnocientíficas.
«ARGENTINA ES LA TIERRA MÁS RICA DEL MUNDO, superficie extensa y población
escasa. La diversidad de su clima que oscila del Antártico al Trópico, es decir,
de -60º C a 60º C con su escala intermedia. Es la más apta para nuestro pueblo,
ya que lo podemos alojar todo de acuerdo con su procedencia, ya sea de Siberia o
de África del Norte.
«Teniendo en cuenta la fertilidad de su suelo y la variedad de su Clima, podemos
afirmar que Argentina es apta para producir cualquier planta del mundo, con las
ventajas incalculables que de ello resultaría. En cuanto a la explotación
ganadera no es necesario hacer referencia.
«Esa superproducción de alimentos y derivados, y la existencia de la Antártida
(gigantesca heladera natural donde puede acumularse la producción de años y más
años), nos convertirá en la despensa del mundo, sin arriesgar un solo grano. Si
agregamos a esto el Espíritu y el genio judío, habrán comprendido las enormes
ventajas que significarán para lograr el control del mundo, regulándolo de
acuerdo con nuestras conveniencias.
«La enorme riqueza del subsuelo argentino, especialmente en la zona cordillerana
es infinita. No hay mineral existente en el mundo que no haya en Argentina, y
casi sin explotar, gracias a los buenos oficios de nuestros Hermanos.
«UBICACIÓN ESTRATÉGICA: Argentina es el país más estratégicamente ubicado en el
mundo, alejada miles y miles de kilómetros de los futuros frentes de grandes
contiendas mundiales. En esos miles de kilómetros se pueden escalonar defensas
tras defensas, haciendo prácticamente imposible el ataque a su territorio.
Estimando que con los adelantos modernos con que cuenta la guerra, se pueda
atacar el territorio argentino, una gran extensión está circundada por la
Cordillera de los Andes, bajo cuyo suelo pueden constituirse ciudades más
ciudades y alojar en ellas (si fuera necesario) a todo nuestro pueblo,
instalando nuestras industrias pesadas, las livianas y hasta las de consumo;
manteniéndose en ellas por años, por ser inexpugnables hasta para la misma Bomba
Atómica.
«Calculando la magnitud de las futuras acciones bélicas y sus características,
no podemos dejar de considerar que el Canal de Panamá será volado en los
primeros momentos de la contienda. Así la llave de la unión de los dos Océanos
quedará en nuestras manos.
«Con esta brevísima descripción, vosotros habréis comprendido y estimado las
inmensas posibilidades judías que lleva involucrada la ejecución del Plan
Andinia, y la consecuente responsabilidad de la Judeidad Argentina en su
realización.
«El Plan en sí es muy sencillo, pero es compleja su ejecución, porque deberá
ajustarse a las circunstancias que ahora analizaremos concretamente.
«Teniendo en cuenta las consideraciones previas del Dr. Herzl, al iniciar su
Plan, haciendo citas concretas del Derecho Internacional existente y su
aplicación en este caso, recomiendo su minucioso estudio. Debo advertiros que no
puede ni debe haber errores en su ejecución.
«Estamos viendo, cada vez con mayor frecuencia, que nuevas naciones surgen en el
concierto mundial. Para que ello ocurra debe existir un motivo. Si este motivo
no existe, hay que crearlo. Para crearlo es necesario planificar, organizar y
preparar su ejecución.
«No habrá oportunidad más propicia que la actual. Todo, absolutamente todo
dependerá de la habilidad judía en esta emergencia.
«Estamos viendo que, en este momento, ese “motivo determinante” no existe. Para
crearlo, la situación nos favorece. Sólo queda en principio PROFUNDIZAR EL CAOS
YA EXISTENTE, FOMENTAR LA CONFUSIÓN, INTENSIFICAR LA CORRUPCIÓN, ESPECIALMENTE
EN EL CAMPO POLÍTICO, ADMINISTRATIVO, CULTURAL, ECONÓMICO Y SOCIAL.
«En el campo económico debemos acrecentar la corrupción administrativa e ilegal,
fomentar y profundizar el agio y la especulación, llevar la miseria y la
injusticia a sus últimos extremos, especialmente en los pueblos comprendidos
dentro de la zona de Andinia, provocando desde la Capital Federal el
arrasamiento de los derechos federales de las Provincias, reprimir con violencia
todo acto que signifique reacción o acción de autodefensa por parte del pueblo.
«En estas violentas represiones es de primerísima necesidad que sean utilizadas
tropas de las Fuerzas Armadas, especialmente de Ejército, porque eso producirá
el enfrentamiento con el pueblo, llevándolo al desprestigio. En consecuencia,
provocará el debilitamiento moral de sus integrantes. Un profundo proceso de
desintegración a que serán sometidos por vía del Gobierno, provocando sucesivos
enfrentamientos en sus senos, con lo que se logrará la caotización de sus
cuadros y la corrupción de su disciplina, llegando así al más mínimo nivel de
rendimiento y eficiencia.
«Es fundamental que la Opinión Pública y todas las fuentes de difusión estén en
nuestras manos, que la judeidad vaya copando las calles paulatinamente,
ofreciendo luchas. Apresurar el Movimiento Socialista, Comunista y organizar sin
demora sus fuerzas.
«HAY QUE LOGRAR LA INTEGRACIÓN DEL MOVIMIENTO PERONISTA A NUESTRO SOCIALISMO,
desencadenando al mismo tiempo, una violenta represión y persecución contra el
mismo. Estas últimas medidas se llevarán a cabo desde el más alto nivel
gubernamental.
«Como es sabido, la corrupción, la miseria, la injusticia, la represión violenta
engendran el odio y la reacción. El odio y la reacción engendran la
desesperación. Ésta engendra la determinación de luchar, de venganzas y de
acción, sin reparar contra quién ni en las circunstancias. Entonces, todos
vuestros trabajos convergerán en estos objetivos, regulándolos paulatinamente en
el tiempo. Esto es: la injusticia, el hambre, la miseria, la corrupción, la
persecución y la cárcel, el arrasamiento de los derechos de las Provincias
involucradas, con derivación en todo el territorio del país.
«Entonces, mis hermanos, aquí están los factores determinantes para que esos
pueblos y esas Provincias, cansadas y hastiadas de tantas indignidades y de la
más espantosa miseria, llevadas a sus últimas consecuencias, tomarán en conjunto
la más tremenda determinación: romper todo vínculo con el Gobierno Federal,
proclamar su independencia como una Nación libre y soberana y solicitar de
inmediato a las Organizaciones Mundiales su reconocimiento como tal. Reconocidas
por ellos y por las 4 Grandes Potencias Mundiales, Andinia ya estaría
definitivamente constituida y su soberanía asegurada.
«La Argentina estaría imposibilitada de recuperar las Provincias, porque:
1) «El Pueblo Argentino estará sumido en la más espantosa confusión.
2) «Su Economía desquiciada.
3) «Con la amputación del territorio con la mayor riqueza mineral, Argentina
habrá quedado convertida en simple campo de pastoreo. No tendrá qué ofrecer para
obtener créditos o ayudas de los Bancos Mundiales.
4) «Quedará sin abastecimiento ni reservas de combustibles. Todos sus centros de
producción estarán dentro de los límites de Andinia.
5) «Será bloqueado todo intento de abastecimiento exterior.
6) «Sus Fuerzas Armadas actualmente cuentan con una provisión de combustibles
para dos jornadas. Estarán imposibilitados para trasladarse y operar contra
Andinia.
7) «En el supuesto caso que, no obstante estos inconvenientes, lograra Argentina
organizar un deficiente Ejército y con él pretenda invadir Andinia, no podrá
hacerlo, porque estaría atacando a una Nación, libre e independiente reconocida
internacionalmente como tal.
«Esto daría lugar a que las Fuerzas Armadas internacionales desembarquen y
tomen posesión en defensa de las fronteras de esta nueva Nación de acuerdo con
tratados internacionales existentes. Con esto, Andinia estará definitivamente
constituida y su soberanía asegurada.
«Como habéis visto, la misión que vosotros tenéis el honor de realizar es
compleja y de extraordinaria importancia».
ANTECEDENTES
La siguiente información está destinada a dar a conocer con mayor amplitud el
sombrío panorama que amenaza al Cono Sur. No es una confabulación reciente, ni
tampoco improvisada, sino un Plan científicamente concebido y coordinado
internacionalmente.
Su planificación minuciosa parte de 1882, su estudio y puesta en marcha en 1897,
en el Congreso Sionista Mundial en Basilea (Suiza), y aquí se aprobaron dos
planes concebidos por León Pinsker en su libro “Autoemancipación”, y en segundo
término por Teodoro Herzl en su libro “El Estado Judío”, ambos consistentes en
crear dos Estados judíos, es decir:
1) Crear un Estado Judío con posibilidades prácticas en América, tomando a la
Argentina como primer objetivo. Con tal motivo, de inmediato se emprendieron las
siguientes acciones:
a) El comienzo de la inmigración en masa.
b) La compra centralizada de grandes extensiones de tierras por la “Jewish
Company Association Colonization”, con centro en Londres.
c) La constitución de grandes Sociedades Anónimas como “Bemberg”, “Dreyfus”,
“Bunge y Born S.A.”, etc., quienes actualmente son dueñas de enormes extensiones
de tierras como “La Forestal” del Chaco y numerosas estancias como los grupos
“Estanar S.A.”, “Comega S.A.”, etc.
2) Crear un Estado con posibilidades ideales en Palestina, que con el mismo
proceso especificado en el Punto 1, se logró con la Declaración de Independencia
del Estado de Israel (14 de mayo de 1948) y después de esa fecha se centraliza
todo el poder judío del mundo para apoderarse de la Argentina y con ello, de
toda América. Este Plan ha sido favorecido extraordinariamente por el
cripto-marxista y ex presidente Arturo Frondizi.
Crear un Estado de posibilidades prácticas en América y un Estado de
posibilidades ideales en Palestina, 1882-1897. Éste es el punto de partida del
Plan Internacional de apoderamiento del territorio argentino, el cual se
encuentra actualmente en la última etapa.
En Francia, en 1882, se publicó el libro “Autoemancipación” de León Pinsker,
judío nacido en Odessa (Rusia), que concebía el plan de crear dos Estados
Judíos, uno en América y otro en Palestina. El primero preferentemente en la
Argentina. Este Plan, que en aquel entonces no fue más que un sueño (en
apariencia), ha sido el punto de partida de una realidad asombrosa que ha ido
incrementándose paulatina pero inexorablemente hasta nuestros días.
Así vemos la reactualización del Plan de Pinsker en el libro “Historia y Destino
de los Judíos”, del Dr. Josef Kastein, que dice:
«[...] Pinsker propone a los judíos volver a infundir una realidad en su vida de
apariencia, en Palestina y en América “un centro nuevo–. Fija su atención en dos
países: Argentina, como país de las posibilidades prácticas, y Palestina, el de
las posibilidades ideales.
«El Barón Mauricio de Hirsch, desde Francia, independientemente de Pinsker,
comprende la falta de patria de los judíos, y en 1891 organiza la emigración de
los dos tercios de los judíos de Rusia (algo más de 9.000.000 entonces). Con tal
motivo manda comprar tierras en la Argentina, donde desde 1889 habían emigrado
más de 7.000 judíos. En el Otoño de 1891 funda la “Jewish Corporation
Association”, con asiento en Londres, que habría de llevar a cabo el
asentamiento en masa de judíos rusos en América, especialmente en Argentina»
(págs. 398-399).
Mientras esto se maquinaba desde Francia (centro de acción y expansión judía),
en 1889, en Tulchin (Rusia), ya circulaban sigilosamente diarios sobre la
colonización judía en América, sobre lo cual nos advierte el judío Alberto
Gerchunoff (nacido en Rusia) en su libro “Entre Ríos, Mi País”:
«En nuestra casa celebrábanse tertulias interesantes [...] el Rabino Religioso,
el Rabino Civil, los dignatarios de las Sinagogas y los vecinos más venerables
[...]. En esas reuniones oí por primera vez hablar de América [...] la tentativa
de colonización del Barón de Hirsch iluminaba a los israelitas de Tulchin, como
la esperanza mesiánica del retorno al Reino de Israel [...]. Así se abandonó
todo para ir a América, a la Argentina, que el diario de propaganda glorificaba
y comparaba con Sión. Del Hotel de Inmigrantes y de Buenos Aires, nos llevaron a
Moisés Ville, en la Provincia de Santa Fe [...] fundada por el Barón de Hirsch
[...]» (págs. 11-13).
Concordante con el Plan de Pinsker, en 1895, el judío Teodoro Herzl, nacido en
Budapest (Hungría), que se crió y educó en Viena, trabajando como periodista en
París, escribió un folleto titulado “El Estado Judío”. Este folleto ha sido
difundido en todos los ámbitos judíos del mundo. En 1896 convoca a un Congreso
Sionista Mundial en Basilea (Suiza). Aquí fue aprobado el Plan científicamente
preparado para apoderarse de la Argentina y de Palestina.
En esa oportunidad fue creado por Herzl el Sionismo Político, que en sí
representa a la Nación Judía, dice el autor. Tesis confirmada por la Opinión
Mundial del Judaísmo, demostrada por numerosas obras hasta nuestros días. En
este Congreso fue aprobada además la creación de numerosas Asociaciones,
Comités, etc., en todo el mundo… “Más de 900 agrupaciones
sionistas”, dice Wolf Nijelsohn en su libro “Historia del Sionismo” (pág. 231).
Las más importantes fueron las siguientes:
1) El Congreso Mundial Judío, en Basilea (Suiza).
2) El Gran Comité de Acción, en Norteamérica.
3) El Comité Ejecutivo, en Viena (Austria).
4) La Jewish Association Colonization, en Londres.
5) La Jewish Company, en Londres.
Con éstas queda constituido el verdadero y gigantesco Estado Judío Mundial, con
todos sus organismos en marcha (ver “Páginas Escogidas” de Sigfredo Krebs y de
Isaac Arcavi).
Este gigantesco Plan, concebido por Pinsker, perfeccionado y compaginado
científicamente por Herzl, en cuyos fundamentos destaca la necesidad de la
creación del Estado Judío, es decir, «obtener tierras donde asentar su reino»,
ya que el Sionismo en sí constituye el «pueblo». Solamente necesita la base
donde afirmarse y poner en marcha y agrega: «[...] esto debe ser de acuerdo a
las necesidades judías» (págs. 49, 68 y 70 de “Páginas Escogidas”).
Al igual que Pinsker en su “Autoemancipación”, Herzl en su “El Estado Judío”,
tomó como objetivos: Palestina, como Nación Histórica (pág. 112), y Argentina,
como la Tierra Prometida (pág. 21), y en tal sentido, Herzl escribe:
«La Argentina, por naturaleza, es uno de los países más ricos de la Tierra, de
inmensa superficie, población escasa y Clima templado. La República Argentina
tendría el mayor interés en cedernos una porción de tierra [...]» (pág. 102).
El primer Congreso de Basilea estableció para la masa sionista tres consignas de
enorme repercusión:
a) «Conquistad a las comunidades» (para infiltrarse en su vida y
organizaciones).
b) «Esclareced las conciencias de esas multitudes» (Marx y Engels, división de
clases, Comunismo).
c) «Organizad sus fuerzas y disciplinadlas para una finalidad determinada»
(Organizaciones para llevar a cabo la Revolución Social).
(”Historia del Sionismo”, de Wolf Nijelsohn, Pag 237).
«Los judíos cultos y sin bienes se adhieren al Socialismo [En realidad,
Comunismo]. La batalla social será librada en todo caso sobre nuestras espaldas,
porque nos hallamos en los puntos más avanzados, tanto en el Campo Capitalista
como en el Socialista» (pág. 105).
«Los componentes de nuestras capas inferiores se vuelven proletarios, se afilian
a los partidos subversivos [...], mientras aumenta el tremendo poder del dinero
en nuestras capas superiores [...]» (pág. 108).
La potencia judía invisible se concretó en dos poderosas fuerzas que se
complementaron durante la Guerra Fría: el Capitalismo Mundial, con asiento en
los Estados Unidos, preponderantemente, y el Comunismo Internacional, con
asiento en Moscú.
Existe otra fuerza secreta que reguló y encausó la acción de las dos primeras,
que eran los dos extremos que no debían, por razones estratégicas, mantener
contactos directos: la Masonería Internacional. Sus integrantes, muchos sin ser
judíos, apoyan y defienden la posición de éstos, facilitando además sus negocios
y su infiltración en los Gobiernos.
CENTROS CAMBIANTES
Naturalmente, todo se aclara si escuchamos las palabras del embajador de Israel
en Buenos Aires, cuando en un banquete en honor del Ministro de Finanzas de
Israel y de la colectividad judía en la Argentina, expresó el 25 de Abril de
1955:
«La historia de la diáspora está compuesta por los anales de Centros Judíos
siempre cambiantes [...]
«La Comunidades surgen, se desarrollan, marcan nuestra historia con su sello,
dan a nuestro pueblo grandes valores y hombres notables y después de haber
desempeñado su papel en los destinos judíos, ceden su lugar a otros Centros y a
otras Comarcas [...]» (pág. 75, “Serás Siempre David”, del Dr. Arieh León
Kubovy).
Centros Judíos siempre cambiantes. Cambiantes de acuerdo con los planes de
conquista establecidos por el Kahal:
1) Cuando en FRANCIA debieron desencadenar la miseria, el caos y la Revolución
Social, allá los judíos se dirigieron en masa, para lo cual agitaron el
antisemitismo en Rusia, Austria, Polonia, Alemania, etc. Sumida Francia en el
caos, miseria, sangre y lágrimas, exterminados sus principales dirigentes, los
judíos pasan sus Centros a otro país.
2) ALEMANIA: Tomaron por objetivo a esta Nación y allá se dirigieron agitando el
antisemitismo en Francia y demás Naciones vecinas. Debido a la formación
patriótica del pueblo alemán, no pudieron conquistarla, quedando este país
destinado a ser víctima de la Guerra Mundial. Se desbandaron los judíos,
reagruparon sus fuerzas y trasladaron sus Centros a otra Nación.
3) Al IMPERIO AUSTRO-HÚNGARO: Lo sometieron al caos, miseria, sangre y
corrupción. Lo disgregaron en múltiples pequeñas Naciones para nunca más
recuperar su poderío. Sometido al dominio judío, éstos trasladan sus Centros a
otra Nación.
4) RUSIA: A ella se dirigen los judíos de todas las naciones europeas, pero al
cerrarles este Imperio el paso, se dirigen en masa a:
5) ESTADOS UNIDOS: Adoptan la ciudadanía norteamericana y como tales emigran a
Rusia, pero ésta tampoco los admite. Entonces desencadenan una gran presión
diplomática contra el gobierno estadounidense hasta obligar a la denuncia de un
importante y antiguo tratado comercial con la Rusia zarista, en contra de los
intereses de la nación y a favor de la Colectividad Judía. Así lograron, con la
muerte de Nicolás II, acrecentar la inmigración judía y fortalecer sus
Organizaciones en Rusia y con la ayuda económica del Capitalismo Judío
norteamericano, alemán, etc, en 1917 estalló la Revolución Social y cayó Rusia,
víctima del Judaísmo Internacional. Sobre esta Revolución nos ilustra el gran
judío Josef Kastein en la pag 370 de su libro “Historia y Destino de los
Judíos”, diciendo que de rusa «no tenía más que el nombre [...] era judía por su
fondo. Su ejército fue deshecho y convertido en escoria». Caída Rusia, arrasado
su Ejército, asesinados 17.000.000 de sus mejores hombres en menos de dos años
(10.000.000 murieron de hambre), se trasladaron a otros Centros.
6) PALESTINA: Allá trasladaron sus fuerzas y concentraron todos sus esfuerzos.
Emigraron en masa, especialmente a Rusia y Polonia, luego de Alemania, para lo
cual agitaron violentamente el antisemitismo en todos los países europeos. Caída
Alemania víctima de la Guerra Mundial, como anteriormente Rusia, Palestina fue
sometida al terror, a la miseria, muertes, revoluciones y guerras y, de acuerdo
con el plan de Teodoro Herzl, el 14 de mayo de 1948, se constituyó el Estado de
Israel (”Así se forjó el Estado de Israel”, pág. 251), con ayuda de las Grandes
Potencias y de las Organizaciones Judías Mundiales. Caída Palestina
definitivamente, el Centro Judío se traslada a otros Centros, a otras Comarcas,
como dice Kubovy:
7) ARGENTINA: Donde ya desde 1883, se habían infiltrado, a partir de la toma de
Palestina, comienzan los judíos a concentrar todo su poderío, su gran
inmigración, su poderío económico, su influencia política y la presión
internacional. Radicación en masa, toma de posesión de las riquezas vitales,
compras centralizadas de tierras, copamiento de la dirección de la Enseñanza
Primaria, Secundaria y Universitaria; copamiento de todos los Organismos de
Estado, desde la Presidencia de la Nación hasta el Congreso, Ministerios,
Organismos Económicos, etc. Sumido el país en la miseria, la corrupción y el
caos; el desprestigio interno e internacional de sus instituciones fundamentales
en general, de las Fuerzas Armadas en especial. La mal llamada “legalidad”,
lejos de significar bienestar o progreso, traerá aparejadas grandes luchas,
sangres, fuego y muerte con el estallido de la Revolución Social, y su inmediata
consecuencia: el auge de la Anarquía y el exterminio de lo argentino. Su
consecuencia inmediata será la creación del Estado Judío como lo planificó el
profeta Teodoro Herzl. La confusión actual, la disgregación del pueblo, la
persecución de las organizaciones auténticamente argentinas y de sus
integrantes, significan que estamos en la última etapa del Plan.
LA HORA DE IRRUMPIR EN LA HISTORIA
Continuando con la declaración del Embajador de Israel en Buenos Aires,
comprobaremos fehaciente e irrefutablemente todo lo expresado en el presente
Informe y que el Centro Judío actualmente se encuentra en la Argentina. La
declaración expresa:
«Tampoco hay dudas de que los dirigentes del Judaísmo Argentino se han revestido
de una nueva jerarquía en el universo judío, contrayendo la responsabilidad de
“nobleza obliga”. Significa esto que si los judíos europeos tomaron a Palestina,
es justo que los judíos de Argentina tomen a la Argentina. Si juzgamos según las
lecciones del pasado, dos grupos de hombres decidirán la respuesta que la
Argentina dará a la Historia».
«Los Hombres de Espíritu y los Hombres de Medios [...] De los Hombres de
Espíritu aguarda nuestro pueblo esa chispa de fuego que prueba que son
depositarios del genio judío [...] A los Hombres de Medios [Capitalistas]
mostrarse, por medio del dinero adquirido, dignos de ser Hijos de Rey, “Benej
Melej” [...] La ambición que yo aliento es que un número siempre creciente de
gente de medios adquiera conciencia del papel excepcional que está llamada a
desempeñar, de la gran oportunidad que ha sido otorgada a nuestra generación
[...]» (”Serás Siempre David”, págs. 75-76).
Respecto a la «Gran Oportunidad» que menciona, debemos recordar que en la fecha
de su declaración (25 de Abril de 1955) se había realizado la gran concentración
y el ataque más violento conocido en el país, desde el Estadio del Luna Park,
contra la Iglesia y los Católicos, por los Comunistas, Judíos, Masones y el
Gobierno de Perón, fomentando un ambiente propicio para desencadenar la
Revolución Social aprovechando la credulidad de las masas populares, ignorantes
del juego al que estaban siendo sometidas.
«Ha llegado la hora de irrumpir en la Historia…», dice Kubovy, y agrega:
«[...] espero ardientemente que esta velada marque el comienzo de una etapa
decisiva para el Judaísmo Argentino, pues sé que los Centros Judíos se mostraron
siempre a la altura de su Destino cuando la hora de irrumpir en la Historia
había llegado».
En la página 75 de dicho libro afirma Kubovy: «LA COMUNIDAD ARGENTINA: NUEVO
CENTRO JUDÍO» (remarcamos que esto lo expresa un alto funcionario judío de
destacada representación). Luego, el Embajador declara: «Israel espera a la
Argentina Judía y, estoy seguro, que la Argentina Judía responderá: ¡Presente!»
(págs. 77-78) No podemos dudarlo.
En su alocución a la DAIA en su 20º Aniversario (12 de Diciembre de 1955),
Kuvovy declara: «Dé fuerza el Señor a su pueblo, bendiga el Señor a su pueblo
con la paz. Fuerza y paz. Fuerza material y espiritual y paz para la judeidad
argentina, paz para el pueblo judío y para el Estado de Israel, que es nuestra
corona» (págs. 123-129). Aquí muestra que el reinado judío debe ser en
Argentina.
Es indudable que la plegaria de Kubovy en ese momento encierra un profundo
meditar, porque con la Revolución de 1955 se habían desbaratado sus planes al no
reaccionar la masa y desencadenar la Revolución Social, pues en esa masa ellos
habían cifrado sus esperanzas, preparada cuidadosa y fanáticamente por Vuletich.
No concurrieron al llamado de éste y así les fracasó el primer intento de
exterminar a las Clases Dirigentes del pueblo argentino.
Es menester recordar la apelación a la conciencia de los «Hombres de Medios»
hecha por Kubovy, pues 3 años después de esta fecha (1º de mayo de 1958) los
«Hombres de Medios» tomaron el Gobierno y desde esta fecha, está la Nación
entera regida por los arbitrios de los hombres de empresa, interna e
internacionalmente. Esto es innegable. De allí la destrucción y descrédito de
todo lo nacional y entrega y supeditación total de lo nacional a la Fuerza
Política, Económica, Cultural y Social, Internacional.
De esta manera la Fuerza Económica ha tomado el poder, arrastrando
inconteniblemente a la Nación al desastre total. Primeramente, con las
desacertadas medidas económicas del gobierno de Perón, seguidas por el
desastroso gobierno de Frondizi, que conduce a la Argentina al caos, miseria y
corrupción.
Estos no son desaciertos. Son planes perfectamente preestablecidos en el
Sanedrín (Gobierno Secreto Judío establecido en nuestro país como en cada una de
las Naciones del Mundo). Estos son siempre los consejeros de todos los Gobiernos
en materia económica y política interna e internacional. Planes que se concretan
así:
a) Malgastar las divisas fuertes y metálicas que posee la Nación, fomentando la
corrupción administrativa (negociados y sustracción de fondos del Estado).
b) Desencadenar el agio y la especulación, haciendo el juego con el fomento del
alza de salarios y, al mismo tiempo, el alza en mayor escala de los precios de
los artículos esenciales de consumo.
c) Con esto logran empobrecer a la Nación, agitar el ambiente de malestar en el
seno del pueblo y concretar la entrega de la Economía Nacional a los
Capitalistas Internacionales Judíos.
d) Tomar el poder con hombres procedentes de los grandes Centros Económicos
Judeo-Masónicos y…
e) Preparar la Revolución Social.
Aquí hemos llegado hoy. Mientras los «Hombres de Medios» han copado el Poder
Económico de la Nación y ejercen su influencia en el ámbito internacional, los
«Hombres de Espíritu» (dirigentes) organizan sus fuerzas revolucionarias con
absoluta libertad e impunidad, caotizando y corrompiendo todos los Centros
Intelectuales, Culturales, Sociales, Militares, Estudiantiles, Religiosos,
Políticos y Científicos.
EL PLAN EN MARCHA
Este mismo proceso lo sufren todos los demás Países Latinoamericanos. Es que el
Plan concierne a toda Latinoamérica, cuyo primer objetivo es Argentina. Pues
ésta debe ser la Capital de la Gran Nación Judía Latinoamericana, como expresa
el judío nacido en Argentina, Carlos Etkin, en su libro “Abraham León y el
Pueblo Judío Latinoamericano”, pág. 84.
Sigfredo Krebs e Isaac Arcavi escriben en “Páginas Escogidas”:
«El Plan en su forma original debe ser extremadamente sencillo si se pretende
que lo comprendan todos.
«Se nos debe conceder la Soberanía sobre una porción de superficie de la tierra
adecuada a nuestras necesidades y a nuestras justas ambiciones de pueblo y [...]
a todo lo demás, ya proveeremos nosotros mismos» (pág. 10).
«La aparición de una Nueva Soberanía no es ridícula ni imposible [...]. Los
Gobiernos de los países afectados por el antisemitismo tienen sumo interés en
ayudarnos a obtener la Soberanía. Para esta tarea, sencilla en principio, pero
complicada en su realización, se crean dos grandes órganos: la “Society of
Jewish” y la “Jewish Company”.
«Lo que la Society of Jewish ha preparado científica y políticamente [...] la
Jewish Company lo pone en práctica [...]
«Ahora bien: si se quiere fundar hoy día una Nación, no hay que hacerlo de la
manera que “hace mil años” fuera la única posible. Por ejemplo, si tuviéramos
que exterminar a las fieras [fieras o bestias, nombre que el Talmud, Libro
Sagrado hebreo, asigna a los no judíos] en determinado país [Argentina], no lo
haríamos a la manera de los europeos del Siglo V. No atacaríamos aisladamente a
“Los Osos” armados de jabalinas y lanzas, sino que organizaríamos una grande y
alegre cacería, dando batidas a las bestias [argentinos] hasta tenerlas
reunidas, y entonces les arrojaríamos una Bomba de Melinita [en
preparación]» (pág. 110).
«El que quiera marchar con nosotros, que jure nuestra bandera y luche por ella
por medio de la palabra, oral o escrita, y mediante la acción. Los judíos que
aceptan nuestras ideas del Estado se agrupan en torno de la Society of Jewish.
Esta obtiene de tal modo la autoridad necesaria para hablar y negociar ante los
gobiernos en nombre de los judíos. La Society será reconocida, para decirlo con
una analogía tomada del Derecho Internacional, como autoridad capaz de
constituir un Estado, y al declararlo, el Estado ya estaría constituido».
«Dos países tienen que ser tomados en cuenta: Palestina y Argentina.
«En ambos países se han hecho notables tentativas de colonización, basadas en el
principio de infiltración paulatina de los judíos [Plan Weizmann]. La
infiltración tiene que acabar siempre mal, dice Herzl, pues se llega
inevitablemente a que el Gobierno, bajo la presión de la población que se siente
amenazada, prohíbe la inmigración de judíos. Por consiguiente, la inmigración
sólo tiene sentido cuando su base es nuestra Soberanía garantizada» (pág. 111).
«La Society of Jewish entablará negociaciones con las autoridades supremas del
país y con el protectorado de las potencias europeas y norteamericanas».
¿PALESTINA O ARGENTINA?
¿A cuál de las dos hay que dar preferencias? «La Society tomará lo que se le dé
y hacia lo que se incline la opinión general del pueblo judío». La Society
averiguará ambas cosas (dice Teodoro Herzl), para continuar, insinuando su
preferencia, y agrega:
«La Argentina, por naturaleza, es uno de los países más ricos de la Tierra, de
inmensa superficie, población escasa y clima templado».
«La Argentina tendría el mayor interés en cedernos una porción de tierra» (págs.
112) y luego aclara Teodoro Herzl: «Palestina es nuestra inolvidable patria
histórica [...]. La Jewish Company Colonization Association está concebida, en
parte, según el modelo de las grandes compañías de colonización. Será fundada
como compañía por acciones, con carácter de ente jurídico, de acuerdo con las
leyes inglesas y bajo la protección de Inglaterra. Tendrá su asiento central en
Londres [...] Diré que necesitamos 1.000.000.000 de marcos [...]» (pág. 115).
«La tierra cedida a la Society of Jewish, de acuerdo con el Derecho
Internacional, ha de ser adquirida, naturalmente, según las normas del derecho
privado [...]. Ella asegurará para sí las tierras necesarias por medio de la
compra centralizada. Se tratará principalmente de la adquisición de dominios
pertenecientes a las actuales autoridades supremas del país» (pág. 116).
Teodoro Herzl, también explica el aspecto de la lucha por la emancipación del
territorio a conquistar:
«[...] Las posesiones abandonadas por los judíos harán posible la ascensión de
la masa a la felicidad [...]. La Revolución Francesa mostró en pequeña escala
algo parecido a lo que va a suceder, pero para ello tuvo que correr a torrentes
la sangre bajo las guillotinas, en todas las Provincias de la Nación. Invalidó
derechos adquiridos y heredados y con ello se enriquecieron solamente los
astutos compradores de bienes del Estado» (pág. 126).
«Analizando el plan de Herzl, vemos lo siguiente:
1) Que la “Society of Jewish &” es en realidad la representación legal
internacional de todos los judíos del mundo. Que centraliza toda la autoridad y
la facultad de un Gobierno ambulante que busca un territorio donde asentar su
pueblo, que es el Sionismo Mundial, que en sí constituye el Estado Judío, según
su fundador Dr Herzl.
Al día siguiente del Primer Congreso Sionista, Herzl apuntó en su diario: «Si he
de resumir los resultados del Congreso de Basilea en pocas palabras “que me
guardaré de decir en público”, diría lo siguiente: en Basilea fundé el Estado
Judío. Si yo lo dijera en público, todo el mundo se reiría de mí. Quizá dentro
de 5 años, pero seguramente dentro de 50, todos me darán la razón. El Estado se
fundamenta esencialmente en la voluntad de Estado del pueblo. El territorio es
tan sólo la base concreta; el Estado, aún cuando posea un territorio, es algo
abstracto [...] Fundé pues, en Basilea, esa cosa abstracta, invisible, por lo
tanto, para la mayoría» (pág. 49).
«Lo que la Society of Jewish ha preparado científica y políticamente, la Jewish
Company lo ejecuta [...]» (pág. 110).
Por lo expuesto queda fehacientemente probado que ambas Sociedades representan
al gestor o Gobierno que busca la tierra donde constituir o asentar a su pueblo,
que es el Sionismo Mundial. Su instalación, entonces, dentro del territorio
nacional significa la constitución de un Estado dentro de otro Estado y que su
finalidad inmediata o mediata es la de obtener su independencia como Estado
Judío, con el apoyo y la presión de las Potencias y Organizaciones
Internacionales.
2) Que al preparar su Plan tomó con clara y expresa determinación la creación de
dos Estados Judíos, uno en Palestina y otro en la Argentina. Para destacar su
preferencia en el orden de prioridad, Teodoro Herzl describió en primer término
a la Argentina, destacándola como “La tierra más rica del mundo” y, en segundo
término, a Palestina, como “La Patria Histórica”.
Sobre esto León Pinsker, en su libro “Historia y Destino de los Judíos” dice
(pág. 399): «[...] que el Barón Mauricio de Hirsch había mandado comprar tierras
en la Argentina» y que en 1881 ya habían emigrado 7.000 judíos.
Arieh León Kuvovy, Embajador de Israel en Argentina, en un discurso pronunciado
el 28 de Mayo de 1955 en la Quinta Convención del Comité Sefardí de la
Argentina, dice:
«La Comunidad Sefardí en la Argentina es la más numerosa del mundo: se cuenta en
75.000 [...] Tienen las condiciones requeridas para poder y deber ponerse a la
cabeza de las Comunidades [...] Que podían consagrarse a las cosas públicas
[...] He dicho poder y deber porque el que puede, debe. «Nuestra concepción del
mundo nos indica que el poder nos ha sido dado para cumplir con nuestro deber y
para encontrar satisfacción en la realización de ese deber».
Para precisar a qué «deber» y a qué «poder» se refiere, agrega: «Y todos tenemos
un juez incorruptible: al sentimiento, al que ya me he referido varias veces, a
la Opinión Pública Judía y a la Historia Judía» (por eso al Presidente Frondizi
no le afectó que el pueblo argentino lo repudiase, pues no era la opinión
judía).
LA LUCHA POLÍTICA SIONISTA
Ana Shlesinger, en su libro «1.000 Preguntas y Respuestas del Judaísmo» (1954),
nos informa que en Sudamérica viven «aproximadamente 700.000 judíos, de los
cuales 400.000 viven en la Argentina, 125.000 en Brasil, 40.000 en Uruguay y
30.000 en Chile». Otro texto que pone de manifiesto la gravedad que encierra
esta información dice:
«La República Argentina resulta actualmente el segundo país del mundo en cuanto
a densidad de población judía se refiere y solamente superada por los Estados
Unidos de América». Es necesario destacar que la propia Nación Judía, Israel, no
tiene dentro de sus fronteras la población judía residente en Argentina.
«Asimilación al medio: No hay asimilación al medio [...] Existe sí un divorcio
absoluto para con nuestra tradición, para con nuestra historia y para las ansias
argentinas de un futuro mejor [...]». La razón está en que los judíos,
considerándose superiores, se negaron desde el principio de sus peregrinaciones
a mezclarse con los autóctonos. «Convencido de su superioridad sobre los demás
nacionales, el pueblo judío quiso ser una potencia». Así lo dice el judío
Bernard Lazare en “El Antisemitismo” (págs. 186-187).
Un folleto de S. Aharonovich, titulado “Ladrones en la Noche a la Luz del Día”,
contiene las siguientes palabras de un ex Primer Ministro de Israel:
«Lucha política sionista significa:
«INMIGRACIÓN: Siempre y en todas las circunstancias y condiciones.
«COLONIZACIÓN: Por medio de todos los esfuerzos y con la máxima capacidad.
«EDUCACIÓN DEL PUEBLO: Y su movilización por la autorredención.
«Ganar la OPINIÓN PÚBLICA a favor de la SOLUCIÓN SIONISTA, la opinión de sus
gobernantes, dirigentes obreros, de los Partidos Políticos, de Congregaciones
Religiosas, de toda clase de Organizaciones y del Periodismo.
«COMBATIR LAS DISCRIMINACIONES y la limitación de nuestros Derechos, resistirlas
en carácter de Comunidad Organizada, consciente de su voluntad y de su
potencialidad determinada contra los detractores, los enemigos y los opresores.
«COMBATE RAZONADO, responsable, planeado y meditado y con la firme determinación
de defenderse y ofrecer combate.
«Todo esto está compendiado en nuestra lucha política».
Con esto se pone en evidencia que las palabras de Kubovy, incitando a las
huestes judías a tomar el poder, no son efímeras ni ilusorias. De hecho, lo
tomaron en 1948.
En la página 144 de “Paginas Escogidas”, Krebs expresa:
«¿Que pueden surgir Estados nuevos? Lo sabemos, lo vemos [...] Las Colonias
[judías] se declaran independientes de la metrópoli [...] Los Vasallos se
emancipan del Soberano. Territorios recién descubiertos se constituyen en
Estados independientes [...]».
«Es cierto que el Estado Judío está concebido como una creación completamente
original, en un territorio que no ha sido todavía destinado para tal fin [...].
Pero no son las existencias de tierras las que constituyen el Estado, sino los
hombres unidos por la Soberanía».
De aquí las manifestaciones de Herzl. De aquí la acción del Sionismo. De aquí la
inmigración en masa y la formación de la Confederación de Provincias Patagónicas
que abarca toda la extensión de la Cordillera de los Andes. De aquí el Paralelo
42, las concesiones petrolíferas, la radicación de capitales foráneos, etc. En
la misma página destaca:
«Existe, por ejemplo, una Soberanía sin fundamento material [territorio], la más
respetada del mundo: la Soberanía del Papa» (De ahí la creación del Sionismo
como Organismo Mundial, en cuyo seno fue reconocida una representación llamada
Comité).
Esto lo planificó Herzl en 1896. En 1914-1918 se produce la Guerra Mundial y en
el Acuerdo de Versalles nace la primera Organización Mundial: la Sociedad de las
Naciones, que en sí constituye el ensayo del Gobierno Universal, meta del
Judaísmo Internacional, y de la Masonería. Esto origina el surgimiento de las
Naciones Unidas (ONU), en reemplazo de la Sociedad de Naciones.
En ambas Organizaciones fueron numerosos los judíos intervinientes, y sus
resoluciones han sido impuestas de acuerdo con las conveniencias judías. Hoy
vemos que todos los países del mundo supeditan hasta las cuestiones más
insignificantes a las decisiones de Organismos Internacionales, regidos por
judíos, quienes tratan de centralizar todas las actividades económicas,
políticas, sociales, educacionales, militares, etc.
LA «RAZÓN LEGÍTIMA»
«En las Ciencias Políticas tiene actualmente general aceptación la Teoría de la
Necesidad Fundada en la Razón. Esta Teoría es suficiente para justificar el
origen del Estado y no puede ser refutada históricamente como la Teoría del
Contrato [Social]» (pág. 144).
El territorio de Israel no cubre las necesidades judías y con este pretexto
ellos se adjudican el derecho a apoderarse de otro territorio para agrupar a su
Colectividad Mundial, que llegaría actualmente a más de 20.000.000 de
individuos.
«En lo que concierne al surgimiento del Estado Judío, dice Herzl, me apoyo
absolutamente en la Teoría de la Necesidad Fundada en la Razón». Y agrega: «Pero
en esta Teoría se elude la Cuestión del Estado.
«Resulta imprescindible una razón legítima».
Si esa «Razón Legítima» a que hace referencia no existiera, se hace necesario
crearla, y para crearla nada mejor que la agitación de las masas, a cuya
obtención sólo se podrá llegar provocando el caos, acrecentando la miseria,
corrompiendo en forma deliberada y constante, juntamente con la negación de
todos los Derechos Soberanos de la Nación. Esta acción provoca en las Provincias
el deseo de independizarse del Gobierno Central corrupto y dictatorial.
Sucintamente, ésta ha sido la política adoptada por los últimos Gobiernos en
Argentina.
Cabe ahora preguntarse por qué y para qué nació la idea de la creación de la
Confederación de Provincias Patagónicas.
Reflexionemos también sobre la situación del Gobierno Central con respecto a las
Provincias en materia política y económica, y si las diferencias que se han
producido y siguen produciéndose no son provocadas y si ello no podría
constituir la invocada «Razón Legítima».
Se están dando las condiciones para que una circunstancial Confederación de
Provincias, basada en una «Razón Legítima» (provocada), rompa con el Gobierno
Central, declare su Independencia y pida su reconocimiento a las Organizaciones
Mundiales (OEA y ONU) y a las Grandes Potencias, Estados Unidos, Rusia,
Inglaterra, Francia, y conociendo que tanto esas Organizaciones Mundiales como
las Grandes Potencias están regidas, directa o indirectamente, por judíos, es de
presumir que el reconocimiento se otorgaría “Ipso Facto”.
En tal caso cabe preguntarse si podría el Gobierno Central (aún en el caso de
ser ejercido por argentinos patriotas) intervenir con sus fuerzas para reprimir
a esas Provincias rebeldes. Evidentemente, NO; pues si lo intentara no haría
otra cosa que invadir los territorios de una Nación recientemente creada y
reconocida por países y Organismos Mundiales.
Si eso ocurriera, daría lugar a que esas Organizaciones Mundiales concurrieran
con fuerzas armadas en auxilio de la Nueva Nación, en uso de las facultades que
les han sido conferidas y ya con muchos precedentes (casos de Corea, el Congo,
Canal de Suez e incluso la sanción aplicada por la OEA a la República
Dominicana).
Entonces, de una u otra manera, la Argentina sería sometida y obligada a la
pérdida de la región más rica de su territorio o, en su defecto, a la pérdida
total de su Soberanía.
En esto consiste realmente el Plan y lo que está pasando en Argentina no es otra
cosa que el Plan puesto en práctica, y actualmente, en pleno desarrollo y
evolución. La mayoría de los argentinos ignoran esta conspiración, pero hay
otros que conscientemente la apoyan.
Tienen estrecha relación con el Plan:
· La totalidad de las concesiones territoriales de petróleo, estratégicamente
ubicadas.
· Las ventas de grandes extensiones del territorio andino de un extremo al otro
del suelo argentino.
· La radicación discrecional de Capitales Internacionales judíos, sin ajustarse
a las mínimas prescripciones legales existentes, con la única excusa de ganar
tiempo para el desarrollo de la Nación.
· La liberación de impuestos al sur del Paralelo 42, creando una situación de
privilegio para esa zona y encendiendo un antagonismo, ya manifiesto, con el
resto del país.
Refiriéndose Herzl a esa «Razón Legítima» para la ruptura de relaciones o
vínculos de dependencia con el Gobierno Central y la creación justificada de un
Nuevo Estado, dice:
«Creo que esta razón legítima puede ser encontrada en la “Negotiorum Gestio”,
para lo cual hay que considerar el conjunto de los ciudadanos sin discriminación
(”Dominus Negotiorum”) y al Gobierno como “gestor” [...]. Los romanos, gracias a
su maravillosa conciencia del Derecho, crearon la “Negotiorum Gestio”, una
preciosa obra maestra».
El fundamento legal de la «Razón Legítima», estaría entonces sustentado
jurídicamente en la mencionada Ley Romana: «Cuando peligran los bienes de una
persona que no puede cuidar de ellos por sí misma, cualquiera tiene el derecho
de intervenir para salvarlos».
Esto no es sino el fiel reflejo de la Doctrina Monroe (2 de Diciembre de 1923),
que constituye el fundamento de la política de expansión imperialista de los
Estados Unidos, tendiente al sometimiento de todos los Países Latinoamericanos.
Lo confirma lo expresado por el Presidente Coolidge, en Nueva York, en su
discurso del 23 de Abril de 1927:
«Las personas y las propiedades de los ciudadanos norteamericanos forman parte
del dominio general de la Nación, aún cuando se encuentren en el extranjero. Los
Gobiernos que se respetan tienen la clara obligación de proteger la persona y la
propiedad de sus ciudadanos, donde quiera que fuese».
A la misma Doctrina se refiere Nicholas John Spyckman en su libro “Estados
Unidos Frente al Mundo”: «El poderoso se alza con lo que puede y el débil cede
lo que tiene que ceder» (pág. 74).
Haya de la Torre, en su libro “Teoría y Práctica del Aprismo”, refiriéndose a la
Doctrina Monroe, dice: «Con el transcurso del tiempo ha devenido no solamente
una doctrina nacionalista de los Estados Unidos, sino una doctrina imperialista
de su clase dominante». No ignoramos que la clase dominante en los Estados
Unidos es la Capitalista Judía.
Con esto queda probado cuáles son los instrumentos legales que los judíos van a
esgrimir y las complicidades a que van a recurrir para justificar el despojo del
territorio y patrimonios argentinos.
Es de hacer notar que esto no es un descubrimiento reciente. Por el contrario,
es un hecho conocido por los hombres de Gobierno desde larga data. Ya en 1936,
en la Conferencia Panamericana realizada en Buenos Aires, el entonces Ministro
de Relaciones Internacionales de la República Argentina, refiriéndose a la
Doctrina Monroe la calificó de «Trampa para incautos», agregando: «[...] es nada
menos que el instrumento por medio del cual los Estados Unidos esperaban
extender su poder e influencia sobre las demás Naciones del Hemisferio».
Herzl, en la enumeración de su Plan, dice:
«El gestor no actúa por encargo de nadie. La orden le viene dictada por una
necesidad superior. En calidad de tal se entera de la emergencia que exige la
intervención [...]
«El Estado nace como resultado de la lucha de un pueblo por su existencia. En
estas luchas no es posible hacer largas tramitaciones para recibir determinada
orden [...] El gestor toma el mando y se pone a la cabeza.
«El gestor del Estado está suficientemente autorizado cuando la “cosa pública”
está en peligro y el “dominus” se halla incapacitado para obrar por sí mismo».
De un simple análisis de estos últimos párrafos del Plan surgen claramente las
intenciones y se vislumbran las trampas preparadas. Planteemos 3 interrogantes:
1) ¿Quién es el “gestor” de las radicaciones de grandes capitales judíos en
Argentina?
–Evidentemente, Estados Unidos.
2) ¿Quién o quiénes serían el o los gestores del pueblo judío que velen por la
vida e intereses de la Colectividad Judía radicada en Argentina?
–El Presidente del Sionismo Mundial y Presidente del Congreso Mundial Judío
(Basilea, Londres y Nueva York).
3) ¿Cuándo podrían considerar dichos “gestores” que las vidas e intereses de su
Colectividad están en peligro, debiendo auxiliarlos con sus fuerzas?
–Dos son las circunstancias, porque dobles son las vías que utilizan siempre
para el logro de sus designios («Estamos en la cumbre del Comunismo y en la
cumbre del Capitalismo», dice Teodoro Herzl en “Páginas Escogidas”, pág. 105):
a) Cuando deban intervenir en defensa de la Soberanía de Andinia, al declarar su
Independencia (Negotium Gestio y Doctrina Monroe).
b) La otra «Razón Legítima» surgiría del ESTALLIDO DE UNA REVOLUCIÓN SOCIAL EN
ARGENTINA, y el Gobierno se muestre impotente para salvaguardar las “vidas e
intereses” de esa colectividad. La intervención encontraría también
justificativo en los SABOTAJES Y MATANZAS GENERALIZADAS, realizadas por
elementos “irresponsables”.
Éstas son las circunstancias previstas como la «Razón Legítima», que dará lugar
a la intervención de Fuerzas Armadas Internacionales en territorio argentino.
Las condiciones para la consumación de este Plan están dadas. La Nación
Argentina se debate en la crisis más profunda de su historia. Quizá la
revelación del Plan Andinia sirva para despertar conciencias dormidas.
LOS PROTOCOLOS DE LOS SABIOS DE SIÓN
La realización del Plan Andinia se lleva a cabo por medio de la aplicación de la
táctica y la estrategia recomendada por los Protocolos de los Sabios de Sión
para la dominación mundial. Este fatídico documento se reviste de una esencial
importancia no sólo para la Historia Universal en general, sino también para la
Historia de nuestras Naciones del Cono Sur de América, en particular. Su
conocimiento lleva a una nueva comprensión de los hechos sociopolíticos y del
porvenir de estas tierras sureñas.
Los Protocolos contienen el Plan de una Guerra Oculta, teniendo por objeto, ante
todo, la destrucción completa de todo lo que en los pueblos no hebreos es
tradición, casta, aristocracia, jerarquía, como asimismo de todo valor ético,
religioso, sobrenatural. Una Organización Internacional Oculta, presidida por
jefes reales que tienen noción clara de sus finalidades y de los medios
apropiados para realizarlas, habría iniciado desde hace tiempo y seguiría
desarrollando una acción unitaria invisible, a la cual habrían de referirse los
principales focos de subversión de la Cultura y las Sociedades Occidentales:
Liberalismo, Individualismo, Igualitarismo, Librepensamiento, Socialismo
Marxista, Comunismo, Iluminismo antirreligioso con todos sus derivados y
apéndices, que conducen hasta la rebelión de las masas y al Anarquismo.
Así, la primera fase de esta Guerra Oculta es la creación de un enorme
proletariado, la reducción de los pueblos a un amasijo de seres sin tradición ni
fuerza interior. Paralelamente se manifiesta la necesidad imperiosa del control
del oro, de los Capitales Internacionales y del Mercado de Valores. Llegando a
este punto, se desencadenan rebeliones, revoluciones y conflictos de todo
género, reduciendo a la Humanidad a un estado de postración, desesperación y
completa desilusión con respecto a todo ideal superior y trascendente.
Entonces, llegada a esta situación los Dirigentes invisibles se manifestarán y
afirmarán como Amos absolutos del mundo a través de su Soberano, quien
instaurará el reinado mesiánico internacional de la «Paz y el Bienestar
general». Una Dictadura Mundial, disfrazada.
Éste es, en pocas palabras, el contenido de los Protocolos. No es difícil
encontrar su justificación y sus antecedentes en el Antiguo Testamento, en la
Torah y en sus posteriores desarrollos, la Mishná y el Talmud, es decir, en la
esencia mítica y cosmogónica del “Pueblo Elegido”. Sobre tal base, la
convergencia teórica entre el contenido de los Protocolos y el Judaísmo Sionista
es indiscutible, y se llega a la consecuencia de que, aun cuando los Protocolos
hubieran sido inventados, su autor habría escrito lo que los judíos fieles a sus
tradiciones y a la voluntad profunda de Israel pensarían, escribirían y
REALIZARÍAN.
Desde su aparición a fines del Siglo XIX, se ha intentado demostrar la “absoluta
falsedad” de este documento. Nunca se logró fehacientemente. Incluso, en la
década del 30 se llegó a una instancia judicial en Suiza. El 1º de Noviembre de
1937, la Corte de Apelaciones de Berna absolvió del cargo de “inmoralidad” a los
editores del documento y se declaró incompetente para juzgar acerca de la
autenticidad de los mismos.
En este sentido, la sentencia de Julius Evola es clara: «Si los Protocolos no
son auténticos, son verídicos». Y Hugo Wast diría en 1935: «Los Protocolos
podrán ser falsos, pero se realizan maravillosamente».
Nuestro propósito es reproducir algunos párrafos de los Protocolos, para
comprobar con cuánta exactitud corresponden a las políticas de los últimos
Presidentes argentinos, de las Logias Masónicas y del Capitalismo Judío (Fondo
Monetario Internacional); así como del accionar de la extrema izquierda,
infiltrada en las Instituciones de la Sociedad. Todos ellos, impulsores
privilegiados del Plan Andinia, una etapa más en el Gran Plan para el dominio
planetario.
En el texto de los Protocolos se leerá el término Goym (”Perro infiel”). Este es
usado por la judería para referirse a toda persona que no sea miembro de su
Comunidad.
«Nosotros tenemos la intención de asumir el aspecto de libertadores del obrero
[...] cuando le sugerimos que se una a las filas de nuestros ejércitos de
Socialistas, Anarquistas y Comunistas [...], nuestra fuerza constante en
mantener continuamente al obrero en un estado de penuria y de impotencia,
porque, de ese modo, lo mantendremos sometido a nuestra voluntad. El hambre
conferirá al Capitalismo derechos sobre el trabajador infinitamente más
poderosos que los que el legítimo poder del Soberano podía conferir a la
Aristocracia [...]» (Protocolo 3).
«Debemos borrar el concepto de Dios de la mente de los Goym, reemplazándolo con
cálculos aritméticos y necesidades materiales. Con el objeto de mantener
alejadas a las mentes de los Goym de nuestra política, es absolutamente
necesario que ellas se hallen ocupadas en la Industria y el Comercio» (Protocolo
4).
«La Logia Masónica, en todas partes del mundo, obra inconscientemente como una
máscara de nuestro propósito. Pero el uso que daremos a este poder en nuestro
Plan de Acción, así como en nuestros Cuarteles Generales, son perpetuamente
desconocidos al Universo» (Protocolo 4).
«Es probable que durante un periodo los Goym pretendan resistirnos. Pero en este
caso no tenemos nada que temer, porque tenemos como salvaguardia el odio
profundamente arraigado que nutren los unos contra los otros y que no se puede
extirpar» (Protocolo 5).
«Tomaremos una actitud liberal hacia todos los Partidos y hacia todas las
tendencias y la comunicaremos a nuestros oradores, los cuales serán tan
elocuentes que cansarán al público, pero de modo que éste se canse de todos los
géneros de elocuencia» (Protocolo 5).
«El segundo secreto [...] consiste en multiplicar de tal modo los errores, los
vicios, las pasiones y las Leyes convencionales del País, al punto que nadie
comprenda nada de ese caos. Y entonces, los hombres dejarán de comprenderse
entre sí [...]» (Protocolo 5).
«Aumentaremos los salarios, cosa que no aportará beneficio al obrero porque,
simultáneamente aumentaremos el precio de los productos de mayor necesidad
[...], debilitaremos la base de la producción, sembrando gérmenes de Anarquía
entre los obreros» (Protocolo 6).
«Para nosotros es esencial arreglar las cosas de tal manera que sólo haya en
todos los países, un enorme proletariado [...]» (Protocolo 7).
«Hemos de impresionar a los Gobiernos de los Goym por medio de lo que suele
llamarse Opinión Pública y que en realidad, nosotros preparamos en todas partes
valiéndonos del mayor de los poderes: la Prensa, la cual se halla completamente
en nuestras manos» (Protocolo 7).
«Circundaremos nuestro Gobierno de un verdadero ejército de Economistas [...]
estaremos rodeados de miles de banqueros, de comerciantes y, lo que es aún más
importante, de millonarios. Porque en rigor de verdad, todo lo ha de decidir el
dinero» (Protocolo 8).
«Para no destruir prematuramente las Instituciones de los Goym, hemos colocado
sobre ellas nuestras manos expertas, posesionándonos de sus resortes motrices y
de sus mecanismos [...], los hemos sustituido con administraciones liberales y
desordenadas» (Protocolo 9).
«Cuando pongamos en práctica nuestra asonada, diremos al pueblo: “Todo estaba
mal, todo lo habéis sufrido, pero ahora nosotros destruiremos las causas de
vuestros sufrimientos [...]“, vale decir: las nacionalidades, las fronteras y
las monedas nacionales» (Protocolo 10).
«El poder del voto, en cuya práctica hemos adiestrado a los miembros más
insignificantes de la Humanidad, realizará su postrer cometido [...] Para
obtener la mayoría absoluta debemos inducir a todos, sin distinción de clases, a
votar» (Protocolo 10).
«Después de haber inculcado en cada hombre el concepto de la propia importancia,
destruiremos la vida familiar de los Goym y su influencia educadora» (Protocolo
10).
«Cuando inoculamos el veneno del Liberalismo en el organismo del Estado, su
constitución política cambió: los Estados se encontraron infestados por una
enfermedad mortal [...]. La forma constitucional no es sino una escuela de
disentimientos, desacuerdos, contiendas inútiles, agitaciones de Partidos. En
pocas palabras, es la escuela de todo lo que debilita la eficiencia del
Gobierno» (Protocolo 10).
«[...] El reconocimiento de nuestro reinado tendrá comienzo desde el momento
mismo en que el pueblo, dividido por los desacuerdos y aquejados por el fracaso
de sus gobernantes, clamará: “Destituidlos a todos y dadnos a un autócrata
que gobierne el mundo, destruyendo las causas de conflicto: las fronteras, las
nacionalidades, las religiones, las deudas del Estado [...], un líder que sepa
darnos paz y progreso [...]» (Protocolo 10).
«La necesidad del pan cotidiano obligará a los Goym a callar y a ser nuestros
siervos humildes» (Protocolo 13).
«Las masas se abstienen o desisten de lo que creen actividad política, solamente
si les damos nuevas distracciones como, por ejemplo, puede serlo el Comercio»
(Protocolo 13).
«Fuimos nosotros los que hemos mareado a los descerebrados Goym c
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