miércoles, 15 de abril de 2009

Paraguay : estado ¿laico?

El presidente de Paraguay reconoce que tuvo un hijo cuando era obispo


El presidente de Paraguay, Fernando Lugo, ha reconocido este lunes en un comunicado público la paternidad de un niño de dos años, cuya madre había presentado una reclamación judicial. Lugo, que fue obispo del empobrecido departamento de San Pedro, renunció a los hábitos en 2006 para dedicarse a la política, aunque el Vaticano no aceptó que dejara su condición de obispo y su "reducción al estado laical" hasta 2008, en una decisión sin precedentes en la organización eclesial.

El anuncio de Lugo llega en un momento político especialmente delicado para el presidente, pocas horas después de que el secretario general y jefe de Gabinete, Miguel Ángel López Perito, considerado su mano derecha, presentara la dimisión por diferencias con otros miembros del gabinete. López Perito retiró finalmente su dimisión, pero se espera que el próximo día 20 el presidente Lugo anuncie una gran remodelación del gobierno."Es cierto que tuve una relación con Viviana Castillo (la madre del niño) y asumo todas las responsabilidades que pudieran derivarse de tal hecho, reconociendo la paternidad del niño", afirmó Lugo ante las cámaras de televisión de su país.
El niño, Guillermo Armindo, vive con su madre, una mujer de 26 años de edad, que afirma conocer a Lugo desde que tenía 16 y haber sido seducida "por las bellas palabras del obispo". Viviana, que desmintió en su momento haber presentado una demanda judicial, mantiene según declaraciones de sus allegados, recogidas por medios locales, que Lugo le prometió "colgar los hábitos" y casarse con ella. El obispo, de 57 años, colgó efectivamente los hábitos y fue suspendido ad divinis por el Vaticano, que sin embargo, no aceptó su vuelta al estado laico hasta prácticamente estar seguro de que Lugo iba a ganar las elecciones y convertirse, con permiso o sin él, en el nuevo presidente del país.
Lugo, que lleva prácticamente ocho meses en el poder, hace frente a una situación política extremadamente difícil, con un Parlamento en el que no dispone de mayoría suficiente para realizar los cambios que prometió y con una Corte Suprema y una administración pública absolutamente corroída por la corrupción y la venalidad. López Perito, que ha actuado hasta ahora como su mano derecha y como un equivalente a un primer ministro, declaró recientemente a El País que los cambios se estaban realizando con demasiada lentitud y que era preciso introducir más eficacia en la toma de decisiones.
López Perito se quejaba de la falta de coordinación entre ministerios y ese parece haber sido, precisamente, el principal motivo de su repentino anuncio de dimisión, que cayó como una bomba en Asunción. Según medios locales, López Perito se consideró desautorizado por el respaldo del presidente a una decisión del ministro de Agricultura que él había vetado. El enorme impacto de su dimisión, en unos momentos tan difíciles para Lugo, le habría llevado reconsiderar su posición en el último momento, aunque las dudas sobre su continuidad ya se han extendido.

1 comentario:

Anónimo dijo...

ESTUPRO EN EL OBISPADO

2009-4-13

Por Luís Agüero Wagner.

Una escabrosa historia de encubrimiento a un farsante acabó en gran parte este lunes de pascuas, cuando el obispo Fernando Lugo reconoció públicamente ante las cámaras de Televisión haber tenido relaciones con una jovencita de 16 años, Viviana Carrillo, en tiempos en que se desempeñaba como Obispo de San Pedro, abrió en Paraguay el debate que ya estaba instalado en otras latitudes: el de los escándalos aberrantes que de un tiempo atrás sacuden a la iglesia católica.


No está demás mencionar que la Iglesia Católica protege a estos delincuentes para defender su propia imagen en lugar de denunciarlos y expulsarlos para defender al resto de ciudadanos. La mayoría de los casos de pedofilia se han intentado resolver internamente, trasladando a los curas pederastas a otras parroquias y hablando con las familias para evitar las denuncias. Lejos está Paraguay de ser un caso aislado en Sudamérica.
Un grave escándalo, de características y dimensiones similares al que estalló hace tres años en Estados Unidos, se instaló recientemente en los altares de la Iglesia Católica de Brasil.. Entre ellos figura el sacerdote Félix Barbosa Carreiro, quien hace unas semanas fue detenido tras ser sorprendido en una orgía de droga y sexo con 4 adolescentes, y que acusó a “otros 12 padres” de incurrir en prácticas similares. Otro caso es del padre Alfieri Eduardo Bompani, de 45 años, quien grababa videos y escribía un diario donde daba cuenta de sus acciones.

El más repulsivo es el caso es el del padre Tarcisio Spricigo, que abusó de varios menores antes de ser arrestado por haber violado un pequeño de sólo cinco años de edad. En los documentos y pruebsa del proceso contra el cura ha sido incluido un diario, que es una especie de “manual de pedofilia”, que incluye consejos como “jamás tener una relación con niños ricos”. El libro de Spricigo, que fue descubierto por casualidad por una monja que lo llevó a la Policía brasileña, también contiene “diez reglas para actuar y quedar impunes”.

“Llueven niños seguros y confiables que son sensuales y que mantienen un total secreto, que sienten la falta del padre y viven sólo con la madre (…) Soy un seductor, seguro y calmo. Basta aplicar las reglas y el chico caerá en mis manos y seremos felices para siempre”, anotó el religioso en su escalofriante“manual”.
La lista de casos de depravados y criminales ocultos bajo las sotanas se antoja interminable: En Chile, el religioso Jaime Low Cabeza, fue detenido por presunto estupro y abuso sexual contra menores. Los abusos que supuestamente afectaron a cinco menores -todos varonesde entre 15 y 17 años- se habrían concretado cuando el religioso se desempeñaba en la pastoral juvenil de la parroquia.

En 2001, el religioso salesiano Carlos Larraín fue acusado de abusos contra una menor de nueve años en la época en que se desempeñaba como director del Colegio María Auxiliadora (entre 1997 y 1999). En abril de 2004, el sacerdote Víctor Hugo Carrera fue detenido en el Aeropuerto Internacional de Santiago, luego de permanecer tres años como prófugo de la justicia, pues fue acusado de abuso sexual contra un menor en 1999 en Punta Arenas.
Mientras en Paraguay el obispo Fernando Lugo reconoció haber cometido estupro siendo obispo, y niños sordomudos denunciaron haber sido violados por curas en Verona, en México denuncian que existen logias protegen a estos criminales.

El cardenal mexicano Norberto Rivera Carrera y el arzobispo de Los Angeles, Roger Mahony, habrían encubierto a un sacerdote mexicano acusado de varios casos de abuso sexual contra menores monaguillos bajo el paraguas de esta suerte de Odessa de pedófilos.
La deportación por parte de las autoridades de la Santa Iglesia de Roma, con destino a Paraguay, de varios sacerdotes católicos acusados de haber abusado sexualmente de menores en todas las latitudes del orbe, aumenta las sospechas en cuanto al encubrimiento brindado a estos criminales. No hace mucho que en un ambiente caldeado laicos organizados y fieles católicos del Alto Paraná, a trescientos kilómetros de la capital del pais, denunciaron que en su comunidad se habían refugiado en un seminario los padres Carlos Urrutigoity y Eric Ensey, acusados de abuso sexual en Estados Unidos. Es demasiado casual que estos criminales se hayan refugiado en el Paraguay poco después del triunfo electoral del obispo Fernando Lugo, que se produjo en ancas de algunas de las más reaccionarias fuerzas atávicas de este Paraguay surrealista: el pensamiento mágico, la tradición autoritaria y el machismo con el cual fue denigrada un candidata mujer.
Para concluir esta descripción del Paraguay, podríamos tomar prestadas palabras publicadas en la Jornada de Oriente con la firma de Anamaría Ashwel, y sólo cambiar la palabra México por Paraguay: “una oscurantista alianza masculina, mayormente de políticos y sacerdotes, han regresado el tiempo de México al Virreinato: han legislado para quitarle el derecho a la mujer sobre su cuerpo. Sacerdotes supuestamente célibes, abiertamente misóginos, muchos pedófilos y desconocedores absolutos de la condición fisiológica y social de las mujeres —y encima vestidos con faldas largas— representando valores culturales que para las mujeres caducaron con el Virreinato, apuntalaron el voto de políticos que decidió que las mujeres sólo tienen el derecho a estar preñadas.” LAW