lunes, 25 de mayo de 2009

La camarilla televangélica de Dios en los EEUU

Lo que hay detrás de la superstar:

Excepcional post de http://guianuevomilenio.blogspot.com/2009/04/lo-que-hay-tras-la-superstar-ii.html de Tavo Jiménez, estraido de su libro Sumario a Lucifer.

http://guianuevomilenio.blogspot.com/2009/04/lo-que-hay-tras-la-superstar-ii.html

Vaya desde aquí toda mi admiración y respeto a quienes, motivados por su amor al Cristo que hayan conocido, sean de la iglesia que sean, denuncian, intolerantemente, las injusticias sociales desde el mismo fango que pisan los desheredados, y no desde suelos de mármol. A quienes saben responder (y sobre todo respetar) a los agnósticos y ateos, que no están errados, pues más vale hechos sin fe, que fe sin hechos. Benditos los que vistiendo hábitos religiosos se avergüencen de que sus manos sean besadas en signo de adoración, y benditos los que se ruboricen cuando se les haya llamado ‘padre’.
Todo mi respeto a quienes osen contradecir las leyes escritas en piedra, porque se oponen a las circunstancias que sus feligreses no han elegido.
Y admiración por aquellos que se atreven a designar las cosas por su nombre, llamando sexo al sexo (sin distinción de los posibles binomios de género), amor al amor (sin distinción de los posibles binomios de género) y respeto al respeto, sin supeditarlo a intereses, dogmas, prejuicios, falsos pecados, etc.
La camarilla tele-evangélica de Dios
¿Quiénes son esos otros señores de traje y corbata, que hablan con la rapidez y falsa elocuencia de un vendedor de rastrillo de feria? Son el televisivo gobierno de Cristo en el exilio, los que hablan de pecado mientras esperan a que su Señor llegue y los establezca en Jerusalén…
No se engañen, es puro marketing de empresa al estilo vaticano pero menos vistoso y con menos watios. Sus pastores (en muchos se advierte que les gusta escucharse cuando predican) se parecen a la sibilina y hambrienta serpiente Ka de El Libro de la Selva (¿recuerdan su cantinela?, confía en mí, confía en mí ), siempre tratando de hipnotizar al televidente y a los asistentes a sus shows de música y lecturas bíblicas; música y empujones en la frente a los ignorantes que se dejan tirar al suelo de espaldas. Aleluya, hermano, aleluya… música y donaciones, donaciones y músicas... parece un colorido espectáculo hollywoodense con la sincronizada coreografía de los musicales en blanco y negro de Busby Berckley. Eso es lo que gusta a mucha gente sedienta de espíritu: que los duerman y hagan sentir. Otra cosa es cultivarse a sí mismos.
Las iglesias evangélicas parecen Eurovisión pero a lo hebreo, exhortando a los suyos a esperar la próxima instauración de una teocracia en Israel, encabezada por Cristo en una Jerusalén indivisible. Y para preparar el terreno: conversiones en cantidades industriales. Lo que importa es la cantidad y vistosidad, no la substancia.
Yo los he visto por televisión y me quedo perplejo al ver a uno de sus pastores soplando un cuerno de carnero (Shofar), para hacer más atractivo el show. Habitualmente, en el escenario-altar tienen la bandera del Estado de Israel y como digo, lo más que hacen es cantar, bailar y responder a todo lo que el pastor dice con ¡Aaaaleluya, hermano!. Bueno, eso y hacer creer a los adictos de su droga (aquí está el núcleo que sostiene lo demás), que tener pasta (ellos le dicen ser prosperado, que suena mejor) es vivir en la bendición de Dios. De ahí que estos individuos hayan hecho tan buenas migas con los nuevos empresarios de clase media y los que aspiran a llegar a final de mes. Eso sí, todo ello con constantes referencias a la necesidad de no ser malos pecadores, pero para volver siempre al mismo punto: la prosperación material. La cuestión de la prosperidad material ha sido uno de los fundamentos que estas nuevas iglesias han importado de la religiosidad anglosajona, no en vano, el tele-evangelismo nace en los EEUU.
Conozcamos a alguno de estos personajes:
Billy Graham, el más anciano y respetado de los actuales telepastores de EEUU. Fue Graham quien, durante un veraniego fin de semana visitó a los Bush, encendiendo una chispa en el corazón de un hombre demasiado dado a las drogas blandas…
Para Graham, la base de la preeminencia norteamericana se encuentra en el incondicional apoyo a Israel, aunque en las desclasificadas cintas de Richard Nixon, en las que se escucha conversar a ambos, el evangelista muestra su desprecio hacia los judíos. En esas cintas también se advierte la recomendación del pastor al presidente: endurecer a base de bombas la política bélica de EEUU en Vietnam, tal como lo describe Alexander Cockburn en su artículo ‘Cuando Billy Graham planeó matar un millón de personas.’
Graham, retirado en 2005, funda en Minneapolis la Asociación Evangelística B. Graham (BGEA), y como a todo predicador que se precie, le gusta viajar y reclamar la atención de multitudes; organiza en 1954 su Gran Cruzada Cristiana en el Reino Unido, predicando ante 67.000 almas en White City y 120.000 en Wembley Stadium, Londres. En aquellos días gloriosos se entrevistaba con el mismísimo Winston Churchill.
El cuarto de sus cinco hijos, William Frankin Graham III, un gran amante de las armas de fuego, dirige la altruista organización cristiano-evangelizadora (exenta del pago de impuestos, como dios-dólar manda), La Bolsa del Samaritano (Samaritan´s Purse), cuyo presupuesto anual es de unos 200 millones de dólares, de los cuales Franklin, buen sureño y también confidente del presidente Bush, ingresa más de 250 mil. Como organización caritativa que es, La Bolsa del Samaritano va allá donde los marines se han anticipado en sus nobles tareas, como Sudán e Irak.
A estos líderes religiosos de franquicia les gusta vivir bien, tienen guardaespaldas, visten como empresarios de Wall Street y hacen uso de la televisión para llevar a cabo su propósito de convertir a cuantos más mejor.
Tenemos a Jesse Duplantis, sanado de sus vicios, tras lo cual funda a finales de los años setenta la organización Ministerios Jesse Duplantis, desde la que se dirige a su audiencia (ha escrito numerosos libros, y sus programas de televisión se ven en todo el mundo) con un sentido del humor muy particular; a Jack Van Impe y sus noticias apocalípticas, donde advierte a sus seguidores vía satélite que un nuevo imperio maligno quiere enfrentarse a los libertadores (léase, EEUU) y seguidores de Cristo. Para Duplantis ese imperio no es otro sino la Unión Europea. Van Impe dice saberse 14.000 versos bíblicos de memoria.
Un caso especial: Pat Robertson, un pentecostalista que funda la Christian Broadcasting Network, desde donde evangeliza apoyando el exterminio de los paganos para evitar su reproducción. En 1991 arremetió contra episcopalianos, metodistas y presbiterianos, acusándolos de ser parte espiritual del Anticristo. Desde su programa de televisión ataca a las feministas, abortistas y lesbianas (ni los hinduistas se salvan de la quema), advirtiendo al mundo de los paganos que sus conductas perversas podrían llegar, incluso, a provocar la caída de un destructivo meteoro.
El predicador apoya la creación del Gran Israel, por lo que la Organización Sionista de América lo galardonó en 2002 con el premio Amistad del Estado de Israel…
Robertson también fundó la Christian Coalition of America (Coalición Cristiana), una organización que engloba a diversas confesiones cristianas que está situada a la derecha del padre… En 2005, Robertson sugirió al presidente Bush que se matara a Hugo Chavez, y justificó que Ariel Sharon sufriera varios infartos y quedara en estado vegetativo, como consecuencia de haber desobedecido a Dios entregando Gaza a los palestinos. El telepredicador se retractó de sus palabras sobre Sharon cuando el gobierno de Israel anunció que unas tierras, inicialmente concedidas para la construcción del Centro de Herencia Cristiana, cerca del mar de Galilea, se le negarían a Robertson, uno de los socios del proyecto. El líder cristiano sopesó el valor de aquel anuncio; seguramente leyó algún pasaje bíblico, chequeó el estado de sus cuentas, y al final, escribió una carta a Omri, unos de los hijos de Arik Sharon, pidiendo perdón por sus comentarios. ¿Quién dijo que rectificar estaba reservado sólo a los sabios?
Benny Hinn, nacionalizado estadounidense pero nacido en Israel, que bautiza en el Jordán, hace cruzadas de avivamiento por todo el mundo, y multiplica su dinero vendiendo himnos cristianos y calendarios con fotos de catedrales a 25 dólares. Vive en una mansión californiana valorada en 8,5 millones de dólares. Profetizó que Jesús regresaría antes de acabar el siglo XX, y que entonces Dios arrasaría con fuego las comunidades homosexuales de América; Jerry Falwell, un individuo que acusó a los defensores de derechos civiles, gays, lesbianas, feministas, abortistas y demás maleantes, de ser responsables parciales de los atentados del 11-S, al atraer con su desviado comportamiento la ira de Dios...
El ‘Cristo Total’
A la hora de justificar su propia existencia, la Iglesia Católica se apoya en los evangelios, y más concretamente en las palabras de Cristo a su discípulo Simón Pedro; palabras nada nítidas que han sido y seguirán siendo motivo de controversia. De ahí la ignorancia o naturaleza perversa de quienes siguen sosteniendo que la esencia de la iglesia es idéntica a la de la figura a la que dicen representar.
Esa tesis se defiende con firmeza desde la Declaración ‘Dominus Iesus’ sobre la Unidad y la Universalidad Salvífica de Jesucristo y de la Iglesia (281), en la que se dice textualmente: ‘Cristo y la Iglesia no se pueden confundir, pero tampoco separar, pues constituyen un único cuerpo, un ‘Cristo Total’ (...). La Iglesia, en el curso de los siglos, ha proclamado y testimoniado con fidelidad el Evangelio de Jesús’. ¿Se puede ser más arrogante y mentiroso?
Al margen de que no hay ninguna evidencia de que el ser sobre el cual basan su religión, fundase o simplemente desease, todo el tinglado que hoy conocemos como Iglesia Católica, incluso dejando de lado la mutación~imitación que de la jerarquía del Imperio Romano ésta ha hecho -precisamente y no por casualidad en Roma-, nos encontramos con que eso del Cristo Total no es solo una vergüenza y una osadía, sino un invento de marketing muy bien diseñado para imponerse a las masas.
Para la jerarquía católica, según Dominus Iesus, los textos de las otras religiones ‘no pocas veces reflejan un destello de la verdad’, pero no olvidemos que la Verdad Absoluta es aquella que se contiene en su libro sagrado, de la cual la Iglesia Católica es su guardiana, mientras a su juicio, las demás confesiones contienen ‘lagunas, insuficiencias y errores’; la Católica es santa por derecho congénito.
Pero he aquí que ahora como nunca antes, a la falsa Esposa de Cristo le ponen en duda su virtud... En ese mismo año 2000, setenta y tres teólogos de 15 países firman un manifiesto contra esta triunfalista y romanocentrista declaración vaticana, y sobre la unicidad de la Iglesia Católica como religión verdadera. Estos teólogos (entre los que están Hans Küng y Jon Sobrino, figura indiscutible de la Teología de la Liberación) arremeten contra Juan Pablo II y su entonces principal teólogo y brazo ejecutor, el cardenal alemán Joseph Ratzinger (después Benedicto XVI), acusándolos de exponer una tesis que retrocede a tiempos ya lejanos. Justifican su manifiesto aludiendo a la pretensión vaticana de identificar a Cristo con el catolicismo de manera exclusiva.
‘Algunas expresiones de la Declaración Dominus Iesus sobre la Unidad y la Universalidad Salvífica de Jesucristo y de la Iglesia nos parecen, cuando menos, discutibles desde el punto de vista doctrinal y ciertamente ofensivas para las personas creyentes de otras religiones’, escriben los teólogos.
Despojemos la mentira: La Esposa del Cristo es aquella alma, más allá de todo credo, que se funde con la esencia de la unción, sin que para ello sea precisa la filiación a religión alguna. Es la experiencia, individualmente adquirida, y no la fe o la creencia en un héroe divino y sus hazañas, la que nos otorga los atributos que como seres completos debiéramos usar, convirtiéndonos –en el ejercicio activo-, en Cristos, o sea: Seres lealmente aliados con las fuerzas creadoras universales que nos ungen.
Desde la libertad que otorga la anulación del pensamiento religioso, el intermediario entre el universo (cualquiera que sea su concepción metafísica de él) y uno mismo, ya no es un ser humano al que llamamos pastor o padre, sino la noble voz interior que cobra vida cada vez que caemos y nos levantamos, cada vez que cometemos errores y los resolvemos, aprendiendo de ellos. La propia esencia crística de cada ser humano es la que debe despertar y servir de monitor para el aprendizaje y la evolución individual. Vamos, dicho de otro modo: Que cada cual se construya su arca; que cada cual are su tierra con su propio arado-conciencia, que ya está bien de seguir creyendo que somos ganado necesitado de pastores.
Tiene su gracia. Resulta que lo llaman Hijo de Dios, ¡Dios Vivo!, conocedor supremo de la naturaleza humana y sus miserias, y –sin embargo- lo dejan como a un vulgar pardillo cuando hacen creer que él instituyó una religión que –indiscutiblemente- derivaría en la misma ruindad y sordidez que -precisamente- él conocía mejor que nadie, pues fue torturado salvajemente hasta morir a manos de un ejército al que fue entregado por la jerarquía de su propia religión.
Pero claro, es más conveniente hacerlo pasar por deficiente estratega, y torpe e incauta divinidad (y a la masa de humanos por autistas), que reconocer que deliberada y despreciablemente han usado, y usan, su legado para satisfacer sus apetitos y vanidades humanas.
También sería absurdo pensar que una energía cósmica, sea cual fuera su escala evolutiva, deposita la responsabilidad de un ser (como ser co-creador con el cosmos) en manos de un simple hombre (Simón Pedro) repleto de prejuicios. Como muestra de ello: El negarse a comer junto a los gentiles, y el desprecio hacia las mujeres, del que es ejemplo su rivalidad hacia Magdalena.
Llegados a este punto, si la tradición convierte a Pedro en el depositario de una autoridad que no es tal, aquellos que aún hacen uso de ella en el nombre de Cristo, están ejerciendo como meros suplantadores.
He ahí el origen de la verdadera apostasía, renegar de la fe de Jesucristo no confesionalmente, pero sí con una naturaleza antagónica. Cualquier iglesia que se atribuye la representación de una entidad cósmica, es la primera ejecutante de su acción opuesta, pues la esencia de dicha institución será siempre e inexcusablemente, contraria a la naturaleza del ser sobre la que se ha fundamentado. Todo lo demás, permítaseme la expresión, son paparruchas.
Aquellos que interpretan literalmente La Biblia esperan que el Anticristo, el Apóstata, sea alguien abiertamente crítico con la jerarquía (como es mi caso), pero haciendo prodigios engañosos al estilo del mago David Copperfield. Visión infantil y literal a la que nos tienen acostumbrados...
Nadie en su sano juicio puede sostener, sin rubor, que la representación de Cristo está sobre un soberano terrenal como es el ostentoso obispo de Roma, un demoníaco usurpador de la Luz, una especie de senescal que vive de hablar del rey ausente, pero teme su regreso.
Mussolini, ángel de Dios
Durante el período pontificio de Pío IX (1846-1878), el Papado pierde sus poderes temporales. Los Estados Pontificios son anexionados por el Reino de Italia en 1870 con la oposición del Papa, quien también gozó del aprecio de Juan Pablo II, que lo beatificó en el año 2000.
Cuando los Estados Pontificios, y finalmente la propia Roma, fueron incorporados a la Italia unificada, el Papa Pío IX y otros Papas posteriores, se negaron a reconocer al gobierno italiano, y mantuvieron su aislamiento en el palacio vaticano.
Aún durante el pontificado de León XIII, concluido en 1903, el objetivo central de su reinado fue la restauración de los territorios que antes le pertenecían. Éste es el mismo Papa que publica en 1901 una encíclica que exhorta a los creyentes a desalentar a los obreros de cualquier afán revolucionario o sedicioso frente al poder establecido.
Su continuador, Pío X, publica en 1906 una encíclica especialmente dirigida al pueblo y clero de Francia, en la que denuncia con gran dureza las leyes políticas que trataban de acabar con la influencia de su iglesia sobre los poderes del estado galo. Tal debía ser la mentalidad absolutista y terrenal de este pontífice, que cuando estalla la Primera Guerra Mundial, con el magnicidio de Sarajevo (1914), se desmayó. Debió suponer que un nuevo mapa de Europa haría definitivamente imposible la recuperación de las posesiones católicas.
Desde 1870 hasta 1929 los pontífices vaticanos se sentían y vivían prisioneros en el Vaticano; hasta que llega un ángel salvador: Mussolini llega a un acuerdo con Pío XI (Tratado de Letrán) que da forma al Vaticano como estado independiente dentro de Roma. El Papa cedió en todas sus reivindicaciones territoriales, y a su vez, el fascismo reconoce al Vaticano su independencia y al Papa como gobernador absoluto. Italia entregó unos 88 millones de dólares en metálico, como compensación económica; se dice, se comenta, se rumorea, que el propio Pío XII tenían bajo su cama varios cofres repletos de este dinero.
Pecadillos sexuales
En el año 2002 salen a la luz pública los escándalos de pederastia de la Iglesia Católica americana. Juan Pablo II ni expulsa a los violadores que visten sotanas y ocupan sillones de poder, ni los excomulga. Los hombres de Dios, revestidos del hipnotizador halo sagrado, hacen provecho de su condición para abusar de quienes creen en ellos, mayormente menores de edad. La desvergüenza está servida, pero las élites lo silencian en la medida de lo posible.
La primera consecuencia del escándalo fue que el Cardenal Bernard Law, máximo representante católico en EEUU, hubo de dimitir por haber encubierto -durante décadas- los abusos de numerosos subordinados suyos. Después vino el cierre de más de cincuenta iglesias de la archidiócesis de Boston.
El Cardenal Law, según el Boston Globe, fue advertido en 1989 sobre los abusos sexuales que padecían varios hermanos pertenecientes a la parroquia del sacerdote Joseph E. Birmingham. Uno de los afectados se entrevistó con el cardenal, quien tras ser informado colocó sus manos sobre él y le ordenó –bajo secreto de confesión- no revelar semejante asunto a nadie. Más de cincuenta hombres acusaron a Birmingham de haber sufrido sus abusos sexuales. Y aun hoy, más de quince años después de su fallecimiento, la Archidiócesis de Boston sigue recibiendo acusaciones contra él.
En marzo de 2006 sale a la luz otra acusación de pedofilia en la Iglesia Católica estadounidense. William Skylstad, Presidente de la Conferencia Episcopal (USCCB) es acusado por una mujer de abusos sexuales cuarenta años atrás. Skylstad ha negado las acusaciones, por supuesto. Otro caso reseñable es el del sacerdote John Geogham (supuesto abusador de más de 150 menores), al que el Cardenal Law despidió con cariño, y que sería asesinado en la cárcel en 2003.
Sin embargo, y esto no debe de sorprender a nadie, la posición cardenalicia de Bernard Law no se vio afectada, pues se trata de un cargo vitalicio, por lo que todavía fue candidato a suceder a Juan Pablo II.
Si todo esto es ya de por sí escandaloso, aun falta lo mejor, ya que en mayo de 2004, Wojtyla premia a Law poniéndolo al frente, como rector, de la basílica Santa María La Mayor, una de las cinco grandes y ancianas basílicas de la Ciudad Eterna. Simplemente provocador; pero no a juicio de Law, que cuando recibió la noticia de su nuevo destino dijo: ‘Estoy muy contento, esto es muy bonito’. Tan contento, seguro, como cuando ofició la misa del día 11 de abril de 2005 por el alma de Juan Pablo II. Semejante distinción a Law fue decidida por la Curia Vaticana, que permitió que presidiera una de aquellas nueve misas de duelo. Hubo duras críticas por parte de la ‘Red de supervivientes de los acosados por sacerdotes’, pero qué más da eso, Law es un abnegado siervo de Dios…
Según la Agencia EFE, el escándalo de abusos sexuales involucra a más de 1.200 sacerdotes católicos en EEUU, abarcando a 161 archidiócesis de un total de 177.
Este notable elemento llamado Bernard Law fue uno de los hombres predilectos de Wojtyla, nació en 1931 y cursó estudios en Harvard. Law, su apellido, significa Ley, y obviamente, en este caso queda claro el carácter y naturaleza de esa ley. Con todo este historial, en verdad punta de iceberg, no nos debe extrañar la simbología del poético apagón eléctrico vivido en San Pedro durante el año 2003…
El 14 agosto de 2003 hubo un gigantesco apagón total en Nueva York. Pero hubo un apagón intermedio que pasó desapercibido por la mayoría de los medios de comunicación: el día 18 de agosto, sólo cuatro días después del de Nueva York, la cúpula de la Basílica de San Pedro, en Ciudad del Vaticano, sufre un apagón completo y se queda a oscuras. La pregunta curiosa se impone, ¿qué ocurría por entonces en la Santa Sede? Aquella semana se supo que el Juan Pablo II había ordenado a sus obispos guardar el máximo silencio sobre los escándalos de abusos sexuales cometidos por sacerdotes en EEUU.
Gesticulante, pantallero, Papa de eventos, campeón de la telegenia, Juan Pablo II fallece en 2005. El día 18 de abril comienza el cónclave para elegir nuevo pontífice, en La Capilla Sixtina con los frescos de Miguel Ángel representando el Juicio Final. Sólo hubo cuatro votaciones; el 19 de abril suenan las campanas, minutos antes se observa la fumata blanca. Habemus Papam, Benedicto XVI…
Joseph Aloysus Ratzinger, nuevo Pastor Universal. No pasemos por alto el segundo nombre del nuevo pontífice… Aloysus, el mismo nombre del papá de Adolf Hitler.
El cónclave vaticano que eligió a Ratzinger no debía demorar más su decisión, pues el 20 de abril habría sido una inapropiada jornada para elegir como pontífice a alguien nacido en Baviera (que siendo adolescente formó parte de las Juventudes Hitlerianas), puesto que ese día es el aniversario del nacimiento de Hitler. Onceavo mandamiento de las Bestias: Evitar feas coincidencias y sincronicidades.

‘No llaméis padre a nadie sobre la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el que está en los cielos’. Mateo 23,9.
(281)Documento de la Congregación para la Doctrina de la Fe, con fecha del 6 de agosto de 2000. Si el lector desea sorprenderse con la acumulación de presunciones que recoge este documento, le invito a leerlo en su totalidad en la siguiente página web: www.vatican.va/index.htm
(Extraído de Sumario a Lucifer, Tavo Jiménez de Armas, Editorial Ituci siglo XXI, 2007)

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