Gran manifestación unitaria
de solidaridad con el
pueblo palestino de Gaza
Domingo 11 de enero 12 H
de Neptuno a Puerta del Sol pasando por Cibeles
- CONTRA EL GENOCIDIO DEL PUEBLO PALESTINO
- S.O.S GAZA. PAREMOS EL GENOCIDIO
La guerra de los túneles
Los aspectos económicos del ataque israelí a Gaza
Alternative Information Center (AIC)
Traducido para rebelión por LB |
¿Guerra irracional?
Mientras el bombardeo masivo de la Franja de Gaza prosigue por segunda semana, los observadores pueden maravillarse ante la corta memoria de Israel y lo poco que los dirigentes israelíes han aprendido de la guerra de 2006 contra Hezbollah en el Líbano.
Desconcertados testigos especulan sobre cuál pueda ser la razón de la destrucción masiva que Israel causa en Gaza y de la muerte y sufrimiento que provoca. Ciertamente, no se trata de que las autoridades israelíes simplemente sean sádicas. Pero, ¿qué fin podrían conseguir estos ataques?
Desde una perspectiva militar el ataque tiene poco sentido, ya que incluso los mandos militares israelíes reconocen que es poco probable que con él se ponga fin a los disparos de cohetes contra Israel. Sin embargo, los dirigentes militares israelíes apoyan el ataque, porque de lo contrario serían tachados de poco profesionales y de cobardes. Además, la cúpula castrense israelí sale beneficiada de las operaciones militares masivas aunque no tengan éxito en conseguir objetivos a largo plazo, pues la victoria inmediata ayuda a aumentar el prestigio de los comandantes y les allana el camino para que puedan emprender la carrera política una vez concluida la militar.
Desde un punto de vista político las posibilidades de que el ataque israelí consiga derrocar a Hamas son escasas; incluso si los israelíes consiguieran eliminar mediante la violencia a la dirigencia de Hamas es poco probable que la población palestina de Gaza, así como la de Cisjordania, vuelva a apoyar a Fatah, pero sí que busque un liderazgo más radical comprometido con la lucha contra la ocupación israelí. Sin embargo, los ataques cuentan con el apoyo de la mayoría de la opinión pública judía israelí, que declara abiertamente su lealtad a sus líderes, persuadida de que si los "expertos" apoyan la operación entonces ésta debe de estar justificada. Ahora bien, desde una perspectiva económica, la situación es más complicada e interesante. Los medios de comunicación israelíes se han dedicado a difundir la especie, al día de hoy creída por la mayoría del público judío israelí, de que Israel ha estado enviando ayuda humanitaria a la Franja de Gaza. Utilizando una gran variedad de titulares de prensa tales como "Israel permitirá la entrada a Gaza a más camiones", los medios de comunicación han ayudado a ocultar el hecho de que los camiones los pagan las Naciones Unidas y los donantes internacionales, que Israel no concede ninguna ayuda a Gaza y que lo que en realidad ocurre es que Israel obtiene beneficios de esa ayuda.
Israel obtiene beneficios del cerco de Gaza
La continuada ocupación israelí de la Franja de Gaza no sigue ya el clásico esquema colonial. La mano de obra y los recursos palestinos ya no son explotados por empresas israelíes, lo cual no significa sin embargo que la explotación del pueblo palestino por parte de Israel haya terminado.
Israel encontró una forma de explotar a los palestinos cobrando un peaje a los esfuerzos de ayuda humanitaria con destino a Gaza (también a Cisjordania, pero de momento nos concentraremos solamente en al caso gazatí). La población de Gaza es la población del mundo que más depende de la ayuda humanitaria. Sin posibilidad de exportar e importar materias primas, sin la infraestructura necesaria para el desarrollo de la industria local, la Franja de Gaza es incapaz de generar suficientes ingresos a nivel local para sostener a su población y debe depender de la ayuda. El asedio israelí crea así las condiciones necesarias para el envío de ingentes cantidades de ayuda a Gaza.
Esta ayuda debe pasar a través de puertos y aeropuertos israelíes, donde las tasas de aduana(*) y las tarifas de almacenamiento y transporte acaban engordando las arcas de empresas israelíes. Las limitaciones impuestas por Israel al número de camiones autorizados a entrar en Gaza y los prolongados registros y controles por los que deben pasar las mercancías hacen que los costes de transporte y almacenamiento aumenten exponencialmente.
Gran parte de la ayuda llega en forma de productos (alimentos, piensos, gasolina, gas de cocina, medicamentos, etc) que proceden de empresas israelíes. De ese modo, estas empresas han sido capaces de encontrar un mercado cautivo en Gaza, cobrar por adelantado (puesto que los cheques de bancos de la Franja de Gaza no son aceptados en Israel) y aumentar sus ventas.
Lo que es más importante, esta ayuda se financia con moneda extranjera (principalmente euros), pero los productos proceden de empresas israelíes a las que hay que pagar en moneda israelí. El resultado es que ingentes cantidades de moneda extranjera se convierten en el Banco Central de Israel en shekels israelíes con el fin de financiar la ayuda, y el Banco Central de Israel consigue quedarse con la moneda extranjera.
En efecto, el asedio israelí de Gaza ha transformado la industria de la ayuda en una de las más grandes exportaciones israelíes: empresas que normalmente proporcionarían servicios domésticos se han convertido en fuente de divisas extranjeras, lo que contribuye a fortalecimiento general de la economía israelí y ha permitido eliminar el déficit de la balanza comercial israelí casi en su totalidad.
Los túneles y la guerra
El partido Hamas en Gaza supo poner algunas piedras en el engranaje de la maquinaria israelí de explotación. Cuando derribó la valla de Rafah a principios de 2008 y, posteriormente, al importar mercancías procedentes de Egipto a través de túneles subterráneos a fin de complementar la dieta de los asediados gazatíes, Hamas ha sido capaz de pasar de contrabando mercancías a la Franja de Gaza sin pagar aduanas a Israel. Las mercancías, que son adquiridas a comerciantes egipcios, se han convertido en un canal extraoficial de importación de bienes al espacio aduanero controlado por Israel, un canal por el que a Israel se escapan las divisas (ya que los gazatíes pagan a los comerciantes egipcios utilizando moneda israelí, que luego cambian por moneda extranjera del Banco Central de Israel). De hecho, la fuente de estos shekels utilizados por los palestinos gazatíes para importar productos era en su mayor parte la comunidad internacional. Esto se debe a que los funcionarios de la Autoridad Palestina siguieron recibiendo sus sueldos de la cuenta bancaria de la Autoridad Palestina en Ramallah, un presupuesto financiado en gran medida por la comunidad internacional. Gaza ha estado socavando el sistema israelí de succión de los beneficios procedendes de la ayuda internacional al tranformar el dinero de la ayuda en bienes de consumo libres de impuestos. Dado que Hamas no pagaba aduanas a Israel, la fuga de shekels afectó a la economía israelí más de lo que habría podido pensarse en función del (pequeño) volumen de las importaciones. La amenaza de que esta tendencia se convirtiera en permanente, y tal vez de que pudiera ampliarse a otras áreas de Cisjordania, ha causado una honda preocupación a los altos funcionarios del Banco Central de Israel. Eso podría explicar parcialmente por qué las élites económicas de Israel se han abstenido de criticar el ataque israelí contra Gaza, a pesar del daño económico que causa a la economía israelí.
Eventualmente, sin embargo, el bombardeo de Gaza, e incluso su invasión, podrá restringir el comercio a través de los túneles y reafirmar el control israelí sobre las fronteras económicas, pero no anular la carga económica que la ocupación supone para Israel, y la naturaleza a largo plazo insostenible de la las políticas de Israel.
(*) Israel está oficialmente obligada a transferir a la Autoridad Nacional Palestina las tasas aduaneras con las que grava los productos destinados a los Territorios Ocupados, pero raramente transfiere la totalidad de las sumas.
Fuente: http://www.alternativenews.org/news/english/war-of-the-tunnelseconomic-aspects-of-the-israeli-attack-on-gaza-20090105.html
Desmontando los tópicos sobre Gaza
Mientras el bombardeo masivo de la Franja de Gaza prosigue por segunda semana, los observadores pueden maravillarse ante la corta memoria de Israel y lo poco que los dirigentes israelíes han aprendido de la guerra de 2006 contra Hezbollah en el Líbano.
Desconcertados testigos especulan sobre cuál pueda ser la razón de la destrucción masiva que Israel causa en Gaza y de la muerte y sufrimiento que provoca. Ciertamente, no se trata de que las autoridades israelíes simplemente sean sádicas. Pero, ¿qué fin podrían conseguir estos ataques?
Desde una perspectiva militar el ataque tiene poco sentido, ya que incluso los mandos militares israelíes reconocen que es poco probable que con él se ponga fin a los disparos de cohetes contra Israel. Sin embargo, los dirigentes militares israelíes apoyan el ataque, porque de lo contrario serían tachados de poco profesionales y de cobardes. Además, la cúpula castrense israelí sale beneficiada de las operaciones militares masivas aunque no tengan éxito en conseguir objetivos a largo plazo, pues la victoria inmediata ayuda a aumentar el prestigio de los comandantes y les allana el camino para que puedan emprender la carrera política una vez concluida la militar.
Desde un punto de vista político las posibilidades de que el ataque israelí consiga derrocar a Hamas son escasas; incluso si los israelíes consiguieran eliminar mediante la violencia a la dirigencia de Hamas es poco probable que la población palestina de Gaza, así como la de Cisjordania, vuelva a apoyar a Fatah, pero sí que busque un liderazgo más radical comprometido con la lucha contra la ocupación israelí. Sin embargo, los ataques cuentan con el apoyo de la mayoría de la opinión pública judía israelí, que declara abiertamente su lealtad a sus líderes, persuadida de que si los "expertos" apoyan la operación entonces ésta debe de estar justificada. Ahora bien, desde una perspectiva económica, la situación es más complicada e interesante. Los medios de comunicación israelíes se han dedicado a difundir la especie, al día de hoy creída por la mayoría del público judío israelí, de que Israel ha estado enviando ayuda humanitaria a la Franja de Gaza. Utilizando una gran variedad de titulares de prensa tales como "Israel permitirá la entrada a Gaza a más camiones", los medios de comunicación han ayudado a ocultar el hecho de que los camiones los pagan las Naciones Unidas y los donantes internacionales, que Israel no concede ninguna ayuda a Gaza y que lo que en realidad ocurre es que Israel obtiene beneficios de esa ayuda.
Israel obtiene beneficios del cerco de Gaza
La continuada ocupación israelí de la Franja de Gaza no sigue ya el clásico esquema colonial. La mano de obra y los recursos palestinos ya no son explotados por empresas israelíes, lo cual no significa sin embargo que la explotación del pueblo palestino por parte de Israel haya terminado.
Israel encontró una forma de explotar a los palestinos cobrando un peaje a los esfuerzos de ayuda humanitaria con destino a Gaza (también a Cisjordania, pero de momento nos concentraremos solamente en al caso gazatí). La población de Gaza es la población del mundo que más depende de la ayuda humanitaria. Sin posibilidad de exportar e importar materias primas, sin la infraestructura necesaria para el desarrollo de la industria local, la Franja de Gaza es incapaz de generar suficientes ingresos a nivel local para sostener a su población y debe depender de la ayuda. El asedio israelí crea así las condiciones necesarias para el envío de ingentes cantidades de ayuda a Gaza.
Esta ayuda debe pasar a través de puertos y aeropuertos israelíes, donde las tasas de aduana(*) y las tarifas de almacenamiento y transporte acaban engordando las arcas de empresas israelíes. Las limitaciones impuestas por Israel al número de camiones autorizados a entrar en Gaza y los prolongados registros y controles por los que deben pasar las mercancías hacen que los costes de transporte y almacenamiento aumenten exponencialmente.
Gran parte de la ayuda llega en forma de productos (alimentos, piensos, gasolina, gas de cocina, medicamentos, etc) que proceden de empresas israelíes. De ese modo, estas empresas han sido capaces de encontrar un mercado cautivo en Gaza, cobrar por adelantado (puesto que los cheques de bancos de la Franja de Gaza no son aceptados en Israel) y aumentar sus ventas.
Lo que es más importante, esta ayuda se financia con moneda extranjera (principalmente euros), pero los productos proceden de empresas israelíes a las que hay que pagar en moneda israelí. El resultado es que ingentes cantidades de moneda extranjera se convierten en el Banco Central de Israel en shekels israelíes con el fin de financiar la ayuda, y el Banco Central de Israel consigue quedarse con la moneda extranjera.
En efecto, el asedio israelí de Gaza ha transformado la industria de la ayuda en una de las más grandes exportaciones israelíes: empresas que normalmente proporcionarían servicios domésticos se han convertido en fuente de divisas extranjeras, lo que contribuye a fortalecimiento general de la economía israelí y ha permitido eliminar el déficit de la balanza comercial israelí casi en su totalidad.
Los túneles y la guerra
El partido Hamas en Gaza supo poner algunas piedras en el engranaje de la maquinaria israelí de explotación. Cuando derribó la valla de Rafah a principios de 2008 y, posteriormente, al importar mercancías procedentes de Egipto a través de túneles subterráneos a fin de complementar la dieta de los asediados gazatíes, Hamas ha sido capaz de pasar de contrabando mercancías a la Franja de Gaza sin pagar aduanas a Israel. Las mercancías, que son adquiridas a comerciantes egipcios, se han convertido en un canal extraoficial de importación de bienes al espacio aduanero controlado por Israel, un canal por el que a Israel se escapan las divisas (ya que los gazatíes pagan a los comerciantes egipcios utilizando moneda israelí, que luego cambian por moneda extranjera del Banco Central de Israel). De hecho, la fuente de estos shekels utilizados por los palestinos gazatíes para importar productos era en su mayor parte la comunidad internacional. Esto se debe a que los funcionarios de la Autoridad Palestina siguieron recibiendo sus sueldos de la cuenta bancaria de la Autoridad Palestina en Ramallah, un presupuesto financiado en gran medida por la comunidad internacional. Gaza ha estado socavando el sistema israelí de succión de los beneficios procedendes de la ayuda internacional al tranformar el dinero de la ayuda en bienes de consumo libres de impuestos. Dado que Hamas no pagaba aduanas a Israel, la fuga de shekels afectó a la economía israelí más de lo que habría podido pensarse en función del (pequeño) volumen de las importaciones. La amenaza de que esta tendencia se convirtiera en permanente, y tal vez de que pudiera ampliarse a otras áreas de Cisjordania, ha causado una honda preocupación a los altos funcionarios del Banco Central de Israel. Eso podría explicar parcialmente por qué las élites económicas de Israel se han abstenido de criticar el ataque israelí contra Gaza, a pesar del daño económico que causa a la economía israelí.
Eventualmente, sin embargo, el bombardeo de Gaza, e incluso su invasión, podrá restringir el comercio a través de los túneles y reafirmar el control israelí sobre las fronteras económicas, pero no anular la carga económica que la ocupación supone para Israel, y la naturaleza a largo plazo insostenible de la las políticas de Israel.
(*) Israel está oficialmente obligada a transferir a la Autoridad Nacional Palestina las tasas aduaneras con las que grava los productos destinados a los Territorios Ocupados, pero raramente transfiere la totalidad de las sumas.
Fuente: http://www.alternativenews.
Desmontando los tópicos sobre Gaza
Entrevista de la BBC a Richard Faulk, Relator especial de Naciones Unidas para los Territorios Palestinos Ocupados; es judío norteamericano:
¿Cómo usted caracterizaría lo que los israelíes están haciendo en Gaza?
Faulk es profesor emérito de Derecho Internacional en la Universidad de Princeton.
Israel está cometiendo una espeluznante serie de atrocidades, utilizando armamentos modernos contra una población indefensa, atacando a una población que ha estado sufriendo un severo bloqueo durante muchos meses, e ignorando la posibilidad de restablecer un cese el fuego que los líderes de Hamas habían propuesto.
Me siento estupefacto por el hecho de que la comunidad internacional no haya tomado medidas más decisivas como respuesta ante lo que está ocurriendo.
Usted utilizó la palabra "atrocidades". ¿Considera que se están cometiendo violaciones de las leyes internacionales en materia humanitaria?
El propio bloqueo incumple las dos obligaciones más fundamentales de una fuerza de ocupación: en primer lugar, evitar castigar colectivamente a la población civil y, en segundo, garantizar que la población ocupada tenga suficientes alimentos y suministros médicos.
Este bombardeo no se puede ni siquiera describir como desproporcionado: es un acto de agresión incondicional contra una población indefensa hacia la cual Israel tiene especiales responsabilidades internacionales bajo la Convención de Ginebra y en relación con la Carta de Naciones Unidas.
Lea también: "Estamos muy cerca de la paz"
Usted dice que lo que está pasando no tiene justificación. Pero, en su calidad de relator especial de Naciones Unidas en temas de derechos humanos en los territorios ocupados, usted tiene el deber -hasta cierto punto- de ser imparcial sobre lo que está pasando. ¿Las personas que viven en el sur de Israel, que se han visto sometidas a repetidos ataques con cohetes desde Gaza, no tienen también derechos?
Por supuesto que tienen derechos y yo he dicho, una y otra vez, que los ataques con cohetes son inmorales e ilegales.
Pero, desde ningún punto de vista legal o moral, esos ataques pueden justificar represalias de esta magnitud.
¿Y qué cree de la acusación de los israelíes de que usted no es nada imparcial?
¿Y por qué deberían ellos considerarme imparcial?
Fuentes palestinas dicen que hay al menos 360 muertos.
Eso no es más que una desviación de las verdaderas preguntas que se deben hacer: ¿Estoy siendo preciso? ¿Estoy siendo veraz?
No es mi deber decir que realidades desiguales son iguales.
Si lo hiciera, estaría incumpliendo con mi responsabilidades como relator especial
Humanizar a Occidente
Agustín Velloso
Rebelión
Doscientos muertos, trescientos, cuatrocientos, qué más da ahora mismo cien arriba o abajo. Son más de cinco mil desde que dio comienzo la segunda intifada y muchos miles más desde que existe Israel hace sesenta años sin que la ONU, la OTAN, la UE ni ninguna otra organización internacional hayan hecho otra cosa que recompensar a Israel por su política genocida en Palestina.
Israel fue admitido en la comunidad internacional como un Estado más, aunque se estableció en 1948 mediante la masacre y la expulsión de los palestinos que vivían pacíficamente en sus tierras hasta ese momento. Israel se mantiene financiado y armado por Estados Unidos a pesar de sus guerras y agresiones contra países vecinos. Israel ha sido premiado con un acuerdo político, económico y científico preferencial con la Unión Europea, aunque emplea sistemáticamente tanques y cazabombarderos contra la población palestina –de la que el 50% es menor de edad-, la cual mantiene bajo ocupación militar desde hace cuarenta años.
Los gobiernos de Estados Unidos, la Unión Europea y España informan habitualmente a sus votantes de que “apoyan totalmente a Israel, sean cual sean las circunstancias”, como aseguró hace poco el ministro español de asuntos exteriores, así que la consecuencia lógica es que Israel haya matado ayer sábado a casi tres centenares de seres humanos como si fueran alimañas sin derecho alguno.
La lista de violaciones de la ley internacional por parte de Israel es tan larga como la de los árabes que ha matado en Palestina, Líbano, Iraq, Siria, Jordania, etc. La naturalidad y la tranquilidad, cuando no la sorna, con las que los líderes israelíes amenazan constantemente con castigos y con la muerte a los palestinos, revelan un carácter que se asocia a psicópatas de películas de la serie B y no a personas en cuyas manos –armadas con bombas nucleares- está la paz del mundo. Para más INRI los occidentales consideran un crimen criticar a Israel, para colmo de males el asesinato de palestinos se considera en Occidente como un mal menor necesario para que avance el proceso de paz.
Los que en Occidente alaban a la “única democracia en Oriente Medio” son cómplices de sus asesinatos, como lo son los israelíes que votan a los políticos que los ordenan. Hace muchos años que el significado de la palabra democracia ha sido pervertido, así como el de derechos humanos, ONU, derecho internacional, paz mundial y otras que usan los poderosos para justificar la imposición de su voluntad sobre los débiles.
Resulta increíble que el gobierno de Hamas en la Franja de Gaza haya ofrecido apenas cuatro días antes de esta última matanza, el 23 de diciembre, renovar la tregua, la cual ha respetado durante meses a pesar de que Israel ha mantenido y aumentado su cruel asedio contra Gaza en ese tiempo, tregua que rompió en un claro acto de provocación a primeros de diciembre con el asesinato de cuatro palestinos.
La ingenuidad de Haniye y su equipo contrasta agudamente con la perversión del primer ministro israelí Olmert y su ministro de defensa Barak. Al mismo tiempo, mientras periodistas árabes y algunos observadores han reflexionado en los días pasados sobre las señales evidentes del ataque israelí, la prensa occidental narcotizaba a la opinión pública para apoyar, una vez más, las acciones terroristas de Israel.
En el último mes Israel expulsaba de Gaza a periodistas, internacionalistas, delegaciones extranjeras, negaba el paso a diplomáticos y al relator de las Naciones Unidas, aumentaba el asedio, reducía aún más el paso de alimentos, medicinas y combustible. Al mismo tiempo amenazaba con agredir a los palestinos. Occidente dejaba de lado estas señales y criticaba a Hamas por dar por finalizada la tregua.
Ha quedado claro una vez más el concepto de derechos humanos y derecho internacional para los gobernantes occidentales, así como el concepto de prensa libre al servicio de la verdad y la justicia. Ríete de Radio Mil Colinas, enorgullécete de vivir entre la crème de la crème de la civilización judeo-cristiana mundial.
Ahora es el tiempo de las editoriales de prensa y de las declaraciones gubernamentales que amonestan a Hamas por terminar la tregua, léase por no aceptar que Israel es el pueblo elegido por Dios y por Estados Unidos. Es el tiempo de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU que piden el cese de la violencia a las dos partes, como si ocupante y ocupado, agresor y víctima, potencia nuclear y población desnutrida, fuesen dos contendientes en igualdad de derechos y condiciones.
Si se tiene la suerte de no ser editorialista ni político, es el tiempo de preguntarse cómo ha de responder un ser humano ante la falta de humanidad tan abyecta de la que somos testigos. Confiar en la ONU, creer en la declaración universal de los derechos humanos, reclamar la acción de la comunidad internacional, pedir a Israel que detenga los ataques… es proteger al agresor, es inhibirse ante su acción, es mirar para otro lado.
Resulta difícil pensar en un mundo –en particular en Occidente- más deshumanizado y cruel. Si aquí nadie es capaz –ni en Navidad- de “apiadarse de la víctima”, de “no hacer al otro lo que no quieres que te hagan”, “de estar junto al desheredado y oprimido”, es lo más probable que otros en Oriente Medio defiendan al débil, protejan al perseguido y castiguen al agresor con los medios a su alcance.
Ya que la democracia, la ONU, la OTAN y el proceso de paz no valen en absoluto para proteger los derechos humanos de las víctimas de Israel y sus aliados, ni para hacer a éstos más humanos, hay que esperar que las operaciones de la resistencia intenten por todos los medios conseguir esa protección y –de rebote, no por propia iniciativa- que los demás recuperen algo de su humanidad.
En el peor de los casos, si no triunfan, al menos con el Apocalipsis que nos aguarda se acabarán los sufrimientos de las víctimas y comenzará el rechinar de dientes de los agresores.
Israel vuelve a darle la razón a Soziedad Alkohólica (curioso..)
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=78101&titular=israel-vuelve-a-darle-la-raz%F3n-a-soziedad-alkoh%F3lica-
Bush guiña el ojo a la matanza israelí en Gaza mientras Obama y Clinton guardan silencio
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=78105&titular=bush-gui%F1a-el-ojo-a-la-matanza-israel%ED-en-gaza-mientras-obama-y-clinton-guardan-
Echar un ojillo al post de este blog del 27 de Diciembre http://jbcs.blogspot.com/
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