jueves, 30 de abril de 2009
La Meca y su relación con el número aúreo.
Para el que no lo sepa , esto es la razón aúrea o número aúreo , relacionado con la serie de Fibonacci (una serie matemática que está representada de diversas formas en la naturaleza , como las hojas , flores o conchas de caracoles) .
Éste es el número aúreo según la Whiskypedia:
http://es.wikipedia.org/wiki/N%C3%BAmero_%C3%A1ureo
En mi mente un tanto escéptica cuando se trata de matemáticas , y calculadora en mano , me decidí a comprobar que el video no era un "fake" , que no mentía , y , en Google Earth como expone ,medí las distancias y efectivamente , era el número aúreo - se me fue en las centésimas , pero por un error de cálculo mío - , para mi sorpresa.
Estoy convencido que el lugar , donde se encuentra la Kaaba (el famoso cubo donde "deben" peregrinar todo fiel practicante de la religión islámica una vez en la vida) está situado justo en el punto aúreo del planeta.
No sé si mucha gente desconoce esto (los medios macabros occidentales , prefieren intoxicar respecto al números de muertos o asfixiados que se producen cada año en la peregrinación) , pero cuando se realiza el rezo a la Kaaba , las personas comienzan a girar en torno a ella en sentido contrario a las manecillas del reloj , y entran en sublimes estados alterados de conciencia , ¿túnel espacio temporal?..
Ahora bien , científicamente , que alguien me pudiera contestar un par de preguntas "oficialmente" , ¿cómo sabían calcular ese punto exacto hace más de mil años (creo que el Islam se fundó hace más o menos 1500 años ) sin la existencia de satélites?
¿por qué MILONES de personas en todo el mundo realizan sus rezos entorno a ese punto , y giran en torno a él?
Saludos y un abrazo a los lectores.
Aquí está el video:
Red Echelon de espionaje.
Gracias a http://www.seprin.com/echelon.htm
Información del Diario Clarín - Recopilacion de Datos :
EL CASO DEL ESPIONAJE ELECTRONICO
"Hay gente inocente que termina en la red Echelon"
Lo dijo el espía canadiense Mike Frost. Relató a la CBS el caso de una mujer marcada como posible terrorista por un comentario inocente que hizo sobre su hijo.
Washington. ANSA
El escándalo de la red espía Echelon, liderada por la inteligencia de EE.UU., Canadá, Gran Bretaña, Australia y Nueva Zelanda para "pinchar" millones de e-mails, llamados telefónicos y faxes en todo el mundo, sigue dando que hablar. Mike Frost, espía canadiense entrenado para trabajar con "la gran oreja", asegura que "hay gente inocente que cae en las grietas de la red", que poco tiene que ver con "los chicos malos" que la telaraña supersecreta pretende detectar.
En una entrevista televisada que saldrá al aire hoy en el programa de la CBS "60 Minutos", partes de la cual Clarín ya publicó en su edición de ayer, Frost se inquieta al indicar: "Lo que me perturba es que no se puede adosar responsabilidad y no hay garantías para los inocentes que finalizan en la red".
Frost relata el caso de una mujer cuyo nombre y número de teléfono terminaron en la base de datos de Echelon como una posible terrorista después de que mantuvo una conversación con una amiga a la que le contó que su hijo hizo un papelón durante una obra de teatro en el colegio, usando la expresión en inglés "he bombed" (puso una bomba).
"La computadora -dice Frost- detectó la conversación. El analista no estaba muy seguro de qué estaban hablando, entonces, inclinándose por el lado de la precaución, enlistó a la mujer".
Como adelantó Clarín ayer, Frost aseguró que la ex premier británica Margaret Tatcher también requirió los servicios de Echelon para espiar a dos de sus ministros de los cuales desconfiaba.
Margaret Newsham, otra espía que trabajó en el proyecto Echelon, en la base de recepción de Menwith Hill, Gran Bretaña, le dijo a la CBS que ni siquiera los políticos norteamericanos están al reparo de la red. Unos 20 años atrás, Newsham quedó desconcertada al escuchar la voz del senador republicano Strom Thurmond en sus auriculares. "Hasta donde yo sabía, las voces interceptadas tenían que ser en ruso, chino, extranjeras", dijo.
El Parlamento Europeo denunció el miércoles que la red se usa para robar secretos comerciales a las empresas europeas. Ayer, el canciller de Chipre, Yiannakis Cassulides, aseguró que Gran Bretaña podría estar utilizando las bases militares que tiene en la isla para espiar a Europa.
Domingo 27 de febrero de 2000
Versión sobre espionaje en Buenos Aires
La red de escucha electrónica Echelon, liderada por EE.UU. y que, según una denuncia europea, sería usada para espionaje industrial, también habría espiado a organismos oficiales argentinos. De acuerdo con informes que circularon ayer en Buenos Aires, un blanco habría sido el Ministerio de Economía.
El ingeniero Ariel Garbarz, consultor especializado en protección de líneas telefónicas, quien dijo tener contratos con esa cartera y la de Salud, señaló a Clarín que en enero comprobó que 21 líneas de Economía estaban intervenidas, vía satélite desde el exterior, con la misma tecnología que utiliza Echelon y que así lo informó al ministerio.
Altas fuentes de esa cartera, consultadas por Clarín, reconocieron la existencia de un informe, pero lo relativizaron y negaron la relación contractual con Garbarz. En la SIDE fueron más terminantes. Las fuentes dijeron que no tienen ningún conocimiento de las supuestas pincha duras.
El ingeniero aseguró que realizó un chequeo de las líneas del ministro José Luis Machinea, de sus secretarios y subsecretarios. En ese procedimiento, dijo, se comprobó que la computadora interceptora es de la firma AST, uno de los dos proveedores de la ultrasecreta National Security Agency, la agencia estadounidense que controla el Echelon.
Esa terminal, de la que también obtuvieron el número de serie, trabaja con el software STG, que permite intervenir comunicaciones telefónicas, e-mail y de fax, a través de fibra óptica, de cable y de satélite.arbarz aclaró que este sistema sólo pueden comprarlos agencias de espionaje autorizadas por el Departamento de Estado norteamericano. En la Argentina, la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) es el único organismo autorizado legalmente a contar con ese software.
"Todos los datos desde lo tecnológico están indicando que el espionaje se está haciendo desde el exterior y vía satélite" a través de ese software, opinó Garbarz.
El STG incluye un dispositivo de seguridad que es actualizado cada 24 horas por el Departamento de Estado de EE.UU., lo que hace prácticamente imposible que sea violado. Para mantener activo el programa, es necesario estar conectado con el Pentágono cada 24 horas.
El ingeniero aseguró que esas conclusiones están en el informe que elevó al Ministerio y que firmó junto con ingenieros de la Universidad Tecnológica Nacional, de la UBA, de la propia cartera y refrendado por el escribano adjunto del Gobierno nacional.
"Machinea está al tanto de la situación", insistió el ingeniero. agregó que el ministro también tenía las líneas intervenidas en la Fundación para el Desarrollo, en la que trabajaba Machinea antes de hacerse cargo de Economía, con tecnología que utiliza el sistema Echelon.
Viernes 25 de febrero de 2000
ESCANDALO INTERNACIONAL: TECNOLOGIA DE GUERRA PARA ESPIONAJE INDUSTRIAL
EE.UU. espía con satélites a empresas de Europa
Lo denunció el Parlamento Europeo. Es la red Echelon. EE.UU. la usa para interceptar llamadas y correo electrónico de firmas europeas y pasar los datos a sus competidoras estadounidenses
París. The New York Times. Especial para Clarín.
El temor de que los Estados Unidos, Gran Bretaña y otros países de habla inglesa estén usando una enorme red de espionaje, satélites y computadoras incluidos, para interceptar miles de millones de comunicaciones telefónicas, e-mails y faxes por hora en Europa, despertó ayer airadas reacciones a lo largo de todo el Viejo Continente, aun después de que Wahington y Londres negarán todo el asunto.
Lo cierto es que la red existe. Se llama Echelon. Es una telaraña de estaciones de vigilancia e interceptación plantada a lo largo del planeta, de la cual participan EE.UU., Gran Bretaña, Canadá, Australia y Nueva Zelanda.
Diseñada durante la Guerra Fría por la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU., la red puede filtrarse en millones de comunicaciones en busca de palabras como "bomba" o "terrorismo".
Pero eso no es lo que Europa está denunciando sino más bien que la Comunidad Económica Europea es vigilada por ese mecanismo en un espionaje industrial que ya habría cobrado réditos.
La acusación la lanzó el Parlamento Europeo, que ayer difundió un revelador informe periodístico que entre otras cosas denuncia que las comunicaciones interceptadas por la red Echelon ayudó en dos ocasiones a compañías estadounidenses a ganar ventaja sobre las europeas.
El informe asegura que Echelon puede "pinchar" fácilmente "miles de millones de mensajes por hora", incluidas llamadas telefónicas, faxes y e-mails privados.
A pesar del rechazo de los países involucrados, los parlamentarios europeos llamaron a tomar acciones drásticas.
"Tenemos todas las razones para estar shoqueados por el hecho de que esta forma de espionaje, que viene funcionando desde hace años, no ha impulsado ninguna protesta oficial", se quejó Nicole Fonatine, el actual presidente del Parlamento Europeo.
Washington y Londres tuvieron que salir ayer a desmentir la idea de que sus países están usando información secreta para impulsar sus propias economías.
"No es la respuesta más corta", sentenció en Londres, el mismo primer ministro británico, Tony Blair. "Estas cosas son manejadas con reglas extremadamente estrictas y esas reglas siempre se van a usar".
En Washington, el vocero del Departamento de Estado, James Rubin, aseguró que "las agencias de inteligencia estadounidenses no tienen por misión involucrarse en espionaje industrial o en obtener secretos comerciales para beneficiar a una o mucha compañías norteamericanas. Si bien no podemos hacer comentarios sobre el contenido del informe, podemos decir que la NSA no está autorizada para proveer información de inteligencia a empresas privadas".
Pero las explicaciones hicieron poco y nada para enfriar la furia europea, especialmente la de Francia, donde la ministra de Justicia, Elisabeth Guigou, dijo que las compañías francesas tienen que encriptar la información sensible para evitar la detección del espionaje de EE.UU.
"Tenemos que ser lo más prudentes posible en la transmisión de datos. Esos datos nunca pueden contener información vital, especialmente cuando depende de la retrasmisión satelital con conexiones internacionales", dijo Guigou a la Asamblea Nacional (Parlamento), en París.
Un abogado parisiense ya inició una demanda contra Gran Bretaña y EE.UU., denunciando que Echelon robó a las industrias europeas algunos de sus más valiosos secretos comerciales.
Legisladores de Italia, Alemania y Dinamarca están demandando una investigación pública sobre la red espía. Y en EE.UU., sectores privados ya lanzaron una demanda para que se entreguen los documentos oficiales sobre Echelon.
El escándalo estalló con la decisión del Parlamento Europeo de difundir el informe sobre Echelon que había sido elaborado hace 18 meses por el periodista Duncan Campbell.
"Acá no estamos hablando de algo trivial... no podemos detenerlos, van a seguir", aseguró Campbell, quien afirmó que Echelon monitorea e intercepta comunicaciones comerciales sensibles europeas. "Su nivel de uso está saliendo de control. La capacidad de filtrarse en sistemas es enorme", advirtió el periodista, para agregar que la mayoría de las comunicaciones de Internet pasa a través de los Estados Unidos y por al menos nueve puntos de intercepción de la NSA.
"Echelon es una caja negra, y realmente no sabemos qué hay adentro. No sabemos a quién apunta, por qué y para qué, ni qué sé está haciendo con esa información", dijo Barry Steinhardt, de la American Civil Liberties Union.
El velo de misterio en torno Echelon desvela a los mismos parlamentarios de Estados Unidos como Bob Barr, representante republicano y ex miembro de la CIA: "Las acusaciones de que el gobierno intercepta sin discriminación alguna millones de conversaciones cotidianas por Internet o por teléfóno son serias. La primera pregunta es qué es lo que Echelon está juntando, qué hace con eso", dijo Barr.
Viernes 25 de febrero de 2000
ESCANDALO INTERNACIONAL: LA RED ECHELON, UN ENORME SISTEMA SATELITAL
Una "gran oreja"
El sistema Echelon, o la "Gran Oreja", fue desarrollado en la década de 1970 y es operado a escala mundial por los Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá, Australia y Nueva Zelanda. Es un sofisticado y potente programa que permite interceptar en todo el planeta comunicaciones transmitidas vía satélite.
Funciona con una amplia red de computadoras conectadas con siete estaciones alrededor del mundo que reciben, analizan y ordenan la información capturada por los satélites de comunicaciones.
Las computadoras de este programa permiten reconocer palabras, teclas, números y hasta timbres de voz, de comunicaciones telefónicas, de fax o de correo electrónico a través de Internet Echelon fue desarrollado en el marco de un acuerdo de espionaje entre Estados Unidos y Gran Bretaña en 1948, al que más tarde se unieron Australia, Nueva Zelanda y Canadá. La existencia de este acuerdo, bautizado UKUSA, fue reconocida en marzo de 1999 por el gobierno de Australia.
También Francia y Alemania, pero en menor medida, tuvieron participación en el programa espía.
La "Gran Oreja" fue programada para alertar cuando en una comunicación se detectan palabras "peligrosas" para la seguridad nacional de los Estados Unidos o de los otros países participantes en el proyecto.
Las grandes cantidades de datos recogidos por el sistema son luego filtradas por potentes computadoras.
El programa permite interceptar en sólo media hora hasta cerca de mil millones de mensajes, que luego son filtrados para extraer los datos de interés para cada país. Así, la aparición de palabras como "terrorismo", "bombas" o "ántrax" es motivo de alarma.
Según la prensa estadounidense y francesa, el programa tiene su base en una gran estación ubicada en Menwith Hill, Gran Bretaña, que, a su vez, está conectada a una extensa red satelital. La base, que está camuflada en una zona rural, funciona desde 1966 y allí trabajan alrededor de 1.400 personas.
En un principio estaba dedicada a interceptar la información de los países del Pacto de Varsovia, pero a diez años del fin de la Guerra Fría sus actividades de espionaje se expandieron hacia otras áreas, como el espionaje industrial y de empresas.
En Internet, Echelon está catalogado como el arma de espía del gobierno estadounidense y por ello fue objeto de "represalias" por cientos de usuarios. En octubre se estableció un "Día de obstrucción de Echelon". Diversos grupos internacionales para la defensa de los derechos civiles y personas de todo el mundo comenzaron a bombardear el sistema a través de la Red y de las líneas telefónicas con palabras como "terrorismo" con la esperanza de que el sistema entrará en crisis, pero sin lograr hasta ahora su objetivo.
Jean-Claud Michea: La escuela de la ignorancia
JEAN-CLAUDE MICHEA: La Escuela de la Ignorancia
Ed. Acuarela Libros. 2002 Pags.38-45
" Así fue corno, por ejemplo, en septiembre de 1995, bajo la égida de la fundación Gorbachov, «quinientos políticos, líderes económicos y científicos de primer orden "' que se consideraban a sí mismos la élite mundial, tuvieron que reunirse en el Hotel Fairmont de San Francisco para contrastar sus puntos de vista acerca del destino de la nueva civilización. Dado su propósito, el foro estuvo presidido por una voluntad de lograr la más estricta eficacia: "Estrictas reglas obligan a todos los participantes a olvidar la retórica. Los conferenciantes sólo disponen de cinco minutos para introducir el tema: ninguna intervención durante los debates debe sobrepasar los dos minutos." Una vez definidos estos principios de trabajo, la asamblea comenzó reconociendo, como una evidencia que no merecía discusión, que "en el próximo siglo, dos décimas partes de la población activa serían suficientes para mantener la actividad de la economía mundial". Partiendo de bases tan sinceras, pudo formularse con todo el rigor el principal problema político al que el sistema capitalista se vería confrontado en las próximas décadas: ¿cómo podría la élite mundial mantener la gobernabilidad del ochenta por ciento de la humanidad sobrante, cuya inutilidad había sido programada por la lógica liberal?
Tras el debate, la solución que acabó imponiéndose corno la más razonable fue la propuesta por Zbigniew Brzezinski" con el nombre de "tittytainment". Con esta palabra-baúl se trataba simplemente de definir un "cóctel de entretenimiento embrutecedor y de alimento suficiente que permitiera mantener de buen humor a la población frustrada del planeta". Este análisis, cínico y despreciativo, tiene la evidente ventaja de definir, con toda la claridad deseable, el pliego de condiciones que las élites mundiales asignan a la escuela del siglo XXI. Partiendo de este análisis, se puede deducir, con un mínimo margen de error, las formas a priori de toda reforma destinada a reconfigurar el aparato educativo según los únicos intereses políticos y financieros del Capital. Entremos por un instante en este juego.
En primer lugar, es obvio que un sistema de estas características deberá conservar un sector de excelencia, destinado a formar a las distintas élites científicas, técnicas y de gestión al más alto nivel. Éstas serán cada vez más necesarias a medida que la guerra económica mundial se vaya recrudeciendo.
Estos polos de excelencia, con condiciones de acceso forzosamente muy selectivas, tendrán que seguir transmitiendo de forma rigurosa (es decir, en lo esencial, seguirán probablemente el modelo de la escuela tradicional') no sólo los saberes sofisticados y creativos, sino también (cualesquiera que sean, aquí y allá, las reticencias Positivistas de tal o cual defensor del sistema) el mínimo de cultura y espíritu crítico sin el que la adquisición y el dominio efectivo de dichos saberes carece de sentido y, ante todo, de cualquier utilidad verdadera.
En cuanto a las competencias técnicas medias -la Comisión Europea estima que tienen "una vida aproximada de diez años, y que el capital intelectual se deprecia un 7% por año, lo que va unido a una reducción correspondiente de la eficacia de la mano de obra " el problema es algo diferente. En definitiva, se trata de saberes desechables, tan desechables como los humanos que los detentan provisionalmente. en la medida en que, al basarse en competencias rutinarias y estar adaptados a un contexto tecnológico preciso, dejan de ser operativos en cuanto se supera su propio contexto. No obstante, desde la revolución informática, se trata de habilidades que, desde una perspectiva capitalista, sólo presentan ventajas. Un saber utilitario y de índole principalmente algorítmica, esto es, que no requiere forzosamente ni la autonomía ni la creación del que lo utiliza, es un saber que, en condiciones extremas puede aprenderse solo, es decir, en la propia casa, ante un ordenador con el programa educativo correspondiente. Generalizando, en el caso de las competencias intermedias, gracias al empleo de la enseñanza multimedia a distancia la clase dominante podrá matar dos pájaros de un tiro. Por un lado, las grandes compañías (0livetti, Philips, Siemens, Ericsson, etc..) estarán destinadas a "vender sus productos en el mercado de la formación continua gobernado por las leyes de la oferta y la demanda". Por otro, decenas de miles de profesores (es sabido que su financiación representa la parte fundamental de los gastos del presupuesto para la educación) se transformarán en algo completamente inútil y podrán, así, ser despedidos, lo que permitirá a los Estados invertir la masa salarial ahorrada en operaciones más rentables para las grandes compañías internacionales.
Por supuesto, quedan los más numerosos los que el sistema destina a seguir desempleados (o empleados de forma precaria y flexible por ejemplo, en los distintos trabajos basura) en parte porque, según los términos escogidos por la OCDE "nunca constituirán un mercado rentable" y porque su "exclusión social se agudizará a medida que los otros sigan progresando". Es ahí donde el "tittytainment" deberá encontrar su campo de acción. Efectivamente, es obvio que la costosa transmisión de los saberes reales y, por tanto, críticos, así como el aprendizaje de los comportamientos cívicos elementales o incluso, sencillamente, el fomento de la rectitud y la honestidad, no presentan aquí ningún interés para el sistema. De hecho, en ciertas circunstancias políticas, pueden llegar a suponer una amenaza para su seguridad. Obviamente, es en esta escuela para la mayoría donde deberá enseñarse la ignorancia en todas sus formas posibles. No obstante, no se trata de una tarea fácil y, hasta el momento, salvando algunos progresos, los profesores tradicionales no han recibido una formación adecuada al respecto. La escuela de la ignorancia requerirá reeducar a los profesores, es decir, obligarles a "trabajar de forma distinta ", bajo el despotismo ilustrado de un ejército potente y bien organizado de expertos en "ciencias de la educación". Evidentemente, la labor fundamental de dichos expertos será definir e imponer (por todos los medios de que dispone una institución jerárquica para garantizar la sumisión de los que de ella dependen) las condiciones pedagógicas y, materiales de lo que Debord llamaba la "disolución de la lógica ": en otras palabras, "la pérdida de la posibilidad de reconocer instantáneamente la que es importante y lo que es accesorio o está fuera de lugar; lo que es incompatible o, por el contrario, lo que podría ser . complementario; todo lo que implica tal consecuencia y lo que, al mismo tiempo impide". Debord añade que un alumno adiestrado de tal forma se encontrará "desde el principio, al servicio del orden establecido, aunque su intención haya podido ser absolutamente contraria a este resultado. En esencia conocerá el lenguaje del espectáculo, ya que es el único que le será familiar: el lenguaje con el que le habrán enseñado a hablar. Sin duda, querrá mostrarse como enemigo de su retórica, pero utilizará su sintaxis`."
En lo relativo a la eliminación de cualquier "common decency" es decir, a la necesidad de transformar al alumno en consumidor incívico y, si es necesario, violento, es una tarea que plantea infinitamente menos problemas. En este caso, basta con prohibir toda institución cívica eficaz y reemplazarla por cualquier forma de "educación ciudadana" popurrí conceptual más fácil de difundir porque, en resumidas cuentas, no hace sino reforzar el discurso dominante de los medios y el mundo del espectáculo. Así pues, se podrán fabricar "consumidores de derecho" en serie, intolerantes, pleiteistas y políticamente correctos. Por tanto, serán fácilmente manipulables al tiempo que presentarán la ventaja nada desdeñable de poder engrosar, según el modelo estadounidense, los grandes gabinetes de abogados,
Naturalmente, los objetivos asignados a lo que quede de la escuela pública supondrán una doble transformación decisiva a más o menos largo plazo. Por un lado, habrá una transformación de los profesores, que deberán abandonar su estatus actual de sujeto a los que se supone un saber, para formar parte de los animadores de diferentes "actividades de valores o transversales", de "salidas pedagógicas" o de "foros" de discusión (evidentemente concebidos según el modelo de los programas de debate televisivos); a fin de rentabilizar su uso, también serán animadores encargados de distintas tareas materiales o de refuerzo psicológico. Por otro, la escuela se convertirá en un espacio de vida democrático y alegre, a un tiempo guardería ciudadana --en la que la animación de las fiestas (aniversario de la abolición de la esclavitud nacimiento de Víctor Hugo, Halloween…) podrá correr a cargo de las asociaciones de padres más descosas de implicarse, con la rentabilidad que conlleva- y un lugar abierto tanto a todos los representantes de la ciudad (militantes de asociaciones, militares jubilados, empresarios, malabaristas o faquires, etc.) corno a todas las mercancías tecnológicas o culturales que las grandes marcas, convertidas en colaboradoras explícitas dcl "acto educativo", juzguen adecuado vender a los distintos participantes Pienso también que surgirá la idea de colocar en la entrada de ese gran parque de atracciones escolares algunos dispositivos electrónicos muy, sencillos para detectar la presencia eventual de objetos metálicos."
El resumen es escalofriante:
• El sistema educativo moderno no está funcionando porque a determinadas oligarquías ven como una amenaza que las masas desarrollen inteligencia crítica. Prefieren gente con tendencia a creerse las explicaciones simplistas de las cosas.
• Las personas con mayor nivel de formación no quieren que el populacho tenga acceso a la educación de calidad y empiece a competir por los puestos de trabajo antaño reservados a los hijos de padres adinerados que podían costearse la educación.
• Interesa producir consumidores hedonistas e inmaduros que no traten de atentar contra la jerarquía establecida. Yo creo que es cierta la cita de Jacques Attali respecto de que subsiste una herencia cultural originaria de la edad de las hambrunas, que tiene tendencia a tratarlo todo como un recurso limitado. Una mentalidad propia de cuando había que racionar el pan y el aceite, y, más tarde, el espectro radioeléctrico. Este paradigma percibe los puestos de trabajo como algo limitado, cuando en realidad se pueden crear más, percibe el conocimiento como algo "a repartir" a pesar de los antaño inimaginables progresos de los últimos siglos. Dicen que hasta la honra perciben como algo limitado, por aquello que a menos honroso que seas tu, más lo seré, comparativamente, yo mismo, y por eso hacen campañas políticas basadas sólo en descalificar al otro.
Los intentos (más que evidentes por doquier) por manipular y controlar la cultura son un crimen, porque robándole a la gente su juicio crítico se les priva de la libertad, de la misma libertad que ha costado milenios y ríos de sangre.
Fuentes: http://www.redeseducacion.net/michea.htm
http://www.nodo50.org/tortuga/Jean-Claude-Michea-La-escuela-de
El futuro de Internet.
Documental que habla de la historia de internet y de lo que podría llegar a ser si no es controlado por organizaciones de poder que tratan de explotar al ser humano en beneficio propio.
The Quantum Reality . Apocalipsis cuántico.
Mooncake - Mensaje de Arecibo. Trascendiendo esta vida
Impresionante. Sin palabras , me he quedado en estado de shock , muy meditativo después de ver este video.
Para el que no se haya enterado , el video muestra como un monje budista se quema a lo bonzo sin ni tan siquiera inmutarse. Tal vez un salto cuántico del alma , un sueño del espíritu , una reconciliación con Dios.
La vida es un pequeño paseo... , vagabundos del Dharma..
Víctimas de las sectas.Tim MInchin : If you open your mind too much...
No estoy en contra de gran parte de su mensaje , no se me malinterprete , si no que me parece mal , el enriquecimiento que se pueda obtener de la buena voluntad de las personas , bien por la vía de la religión o de la política. El uso de la "buena fe" de las personas.
La información debe ser libre y estar ajena de intereses comerciales .La espiritualidad debe ser innata y propia de cada persona , sin intermediarios , los mensajes de maestros , gurús ,y filósofos debe estar motivado por el mero interés de afectar a la consciencia global , no por meras conveniencias mercantilistas.
De hecho , aclarar dos puntos ;el primero , que en este mi blog , he publicado varias cosas de Osho , es decir , que para mi tiene muchas cosas interesantes que decir (al igual que un gran número de religiosos , maestros y gurús de escuelas filosóficas , teológicas o humanistas) con las que estoy de acuerdo.El segundo , que para mi son "sectas" cualquier tipo de enseñanza que trate de adoctrinar con dogmas inquebrantables a cambio de control social , político o económico; prácticamente todas las religiones tienden a esto. Es un intercambio de Fe por un puñado de dólares.
Aquí Tim Minchin , cantando lo que te puede pasar si abres tu mente demasiado...en clave de humor. Un guiño para los ontoescépticos ,agnósticos y demás críticos religiosos..
Nicolas Ridoux: autor de Menos es más.Introducción a la filosofía del decrecimiento.
La filosofía del ‘decrecimiento’ reivindica que debemos trabajar menos para vivir mejor. Propone una crítica constructiva y pluridisciplinar que ponga en cuestión la búsqueda obsesiva del “cada vez más”
En el origen de la grave crisis actual hay una nueva manifestación de la desmesura, de la búsqueda infinita de omnipotencia. Las empresas y entidades financieras han estado persiguiendo obtener unos beneficios en crecimiento perpetuo. En esta búsqueda incesante del “cada vez más“, los mercados existentes no bastaban, y hubo que crear mercados incluso donde no existían. Las consecuencias de todo ello en la economía real serán por desgracia de amplio alcance, y afectarán especialmente a los más débiles. Como consecuencia de esta crisis, la mayoría de nuestros dirigentes, antes neoliberales, de repente parecen haber descubierto a Lord Keynes. Pues bien, ¿qué es lo que Keynes nos dice? “La dificultad no es tanto concebir nuevas ideas como saber librarse de las antiguas”.
Eso es lo que pretende el movimiento del “decrecimiento“, que propone una crítica constructiva, argumentada, pluridisciplinar, de rechazo de los límites que constriñen nuestras sociedades contemporáneas, para así poder liberarnos de ese “cada vez más“. La filosofía del decrecimiento trata de explicar que en muchas ocasiones “menos es más“.
¿Qué es exactamente lo que está ocurriendo en nuestros días? No estamos padeciendo una crisis sino un conjunto de ellas: crisis ecológica (energética, climática, pérdida de la biodiversidad, etcétera); crisis social (individual y colectiva, aumento de las desigualdades entre las naciones y en el seno de las mismas, etcétera); crisis cultural (inversión de valores, pérdida de referentes y de las identidades, etcétera); a lo que ahora se añade la doble crisis financiera y económica. Todas ellas no son crisis aisladas, sino más bien el resultado de un problema estructural, sistémico: cuyo origen está en la desmesura, en la búsqueda obsesiva del “cada vez más”.
¿Qué se puede decir sobre la crisis económica desde el punto de vista de quienes somos “objetores al crecimiento“? Que nadie se equivoque, porque decrecimiento no es sinónimo de recesión. Tal como escribí hace más de dos años: “No hay que elegir entre crecimiento o decrecimiento, sino más bien entre decrecimiento y recesión. Si las condiciones ambientales, sociales y humanas impiden que siga el crecimiento, debemos anticiparnos y cambiar de dirección. Si no lo hacemos, lo que nos espera es la recesión y el caos”.
Ahora hemos entrado en recesión, pero que nadie se confunda, no en una sociedad de “decrecimiento“. Para empezar, no hemos cambiado nuestra organización social, y en la actual organización todas las instituciones y mecanismos redistributivos se nutren de la idea del crecimiento. En una sociedad así, cuando el crecimiento falta, la situación es inevitablemente dramática. El decrecimiento es algo totalmente distinto. Significa crecer en humanidad, esto es, teniendo en cuenta todas las dimensiones que constituyen la riqueza de la vida humana.
El decrecimiento no es un crecimiento negativo, ni propugna tampoco una recesión ni una depresión; sería ridículo tomar nuestro sistema actual y ponerlo del revés y de esa manera intentar superarlo. El decrecimiento supone que debemos desacostumbrarnos a nuestra adicción al crecimiento, descolonizar nuestro imaginario de la ideología productivista, que está desconectada del progreso humano y social. El proyecto del decrecimiento pasa por un cambio de paradigma, de criterios, por una profunda modificación de las instituciones y un mejor reparto de la riqueza.
Es claro que el crecimiento económico pretende aliviar la suerte de los más desfavorecidos sin tocar demasiado las rentas de los más ricos, para no enfrentarse a su reacción política. En ese sentido, el decrecimiento pasa necesariamente por una redistribución (restitución) de la riqueza.
En un mundo de recursos limitados, las cosas no pueden crecer de manera indefinida. Por eso, “la objeción al crecimiento” habla de la necesidad de compartir, el regreso de la sobriedad, en particular para aquellos que sobreconsumen. Hacemos nuestras estas palabras de Evo Morales, presidente de la República de Bolivia, que el 24 de septiembre de 2008 afirmó en la Asamblea General de las Naciones Unidas: “No es posible que tres familias tengan rentas superiores a la suma de los PIB de los 48 países más pobres (…) Estados Unidos y Europa consumen de media 8,4 veces más que la media mundial. Es necesario que bajen su nivel de consumo y reconozcan que todos somos huéspedes de una misma tierra“.
Hay que acabar con la idea de que “el crecimiento es progreso” y la condición sine qua non de un desarrollo justo. El crecimiento es adornado por sus defensores con todas las virtudes, por ejemplo en materia de empleo. Sin embargo, como dijo Juan Somavia, director general de la OIT, en su informe de enero de 2007: “Diez años de fuerte crecimiento no han tenido más que un leve impacto -y sólo en un pequeño puñado de países- en la reducción del número de trabajadores que viven en la miseria junto con sus familias. Así como tampoco ha hecho nada por reducir el paro”. En efecto, los beneficios empresariales han sido tan enormes que ni siquiera un crecimiento fuerte ha podido crear empleo, de ahí la persistencia del paro. La recesión agrava brutalmente este problema. Pero es ilusorio pensar que, para que todo el mundo tenga trabajo, lo que hay que hacer es restaurar el crecimiento económico y aumentar cada vez más las cantidades producidas; esta sobreproducción no tiene ningún sentido, no consigue el pleno empleo y, encima, compromete gravemente las condiciones de supervivencia del planeta.
Volvamos a Keynes, aunque no el que relanza las economías desfallecientes gracias a la intervención del Estado, sino al que escribía en sus Perspectivas económicas para nuestros nietos (1930) que sus nietos (es decir, nuestra generación) deberían liberarse de la coacción económica, trabajar 15 horas semanales y tender a una mayor solidaridad que permitiese compartir el nivel de producción ya alcanzado. No hacerlo así, según él, nos llevaría a caer en una “depresión nerviosa universal“.
La filosofía del decrecimiento hoy dice que debemos trabajar menos para vivir mejor. No tener la mira puesta en el poder adquisitivo (que a menudo es engañoso y reduce al hombre a la única dimensión de consumidor), sino buscar el poder de vivir. Se trata de cambiar la actual organización de la producción y repartir mejor el trabajo: utilizar los beneficios obtenidos para que todos trabajen moderadamente y todas las personas tengan un empleo. Esta reorganización debe ir acompañada de una revisión de las escalas salariales. No es aceptable que algunos empresarios ganen varios centenares o miles de veces más el salario de sus propios trabajadores.
Reducir la cantidad de trabajo permitiría asimismo que pudiésemos llevar una vida más equilibrada, que nos realizáramos a través de cosas que no sean la sola actividad profesional: vida familiar, participación en la dinámica del barrio, vida asociativa, y también actividad política, práctica de las artes…
Un modo de vida más frugal, que se tomara en serio los valores humanistas y tuviese en cuenta la belleza, conduciría a producir menos pero con mejor calidad. Una producción de calidad pide habilidad y tiempo, y ofrecería empleos numerosos y más gratificantes. Supone no recurrir sistemáticamente a la potencia industrial (exige sobriedad energética) lo cual mejoraría la necesidad de fuerza de trabajo (como se observa al comparar la agricultura intensiva, muy mecanizada, gran consumidora de petróleo pero parca en mano de obra, con la agricultura biológica). De esta manera, quizá también se pudiese equilibrar mejor trabajo intelectual y trabajo manual, y combatir al mismo tiempo la epidemia de obesidad que padecen nuestras sociedades demasiado sedentarias.
Devolver el protagonismo a la persona, restaurar el espíritu crítico frente al modelo dominante del “cada vez más” y abrir el debate sobre nuestra forma de vivir y sus límites, saber tomarse tiempo para mantener una relación equilibrada con los demás, ése es el camino que propone la filosofía del decrecimiento. Se trata de sustituir el crecimiento estrictamente económico por un crecimiento “en humanidad“. Es una tarea estimulante, un desafío que merece la pena intentar.
Fuente: Nicolas Ridoux es autor de Menos es más. Introducción a la filosofía del decrecimiento (Los Libros del Lince).
Únicos juzgados por el 7-J en Londres , libres.
Los tres supuestos colaboradores de los suicidas del 7-J son declarados inocentes
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LONDRES, 28 Abr. (EUROPA PRESS/ Eva Martínez Millán) -
Los tres supuestos colaboradores de los suicidas que perpetraron el ataque contra el transporte público londinense el 7 de julio de 2005 fueron hoy finalmente declarados inocentes de un delito de conspiración, en un segundo proceso celebrado después de que el pasado mes de agosto el primer jurado hubiese sido incapaz de lograr un veredicto.
Wahid Alí, de 25 años, Sadir Salim, de 28, y Mohamed Shakil, de 32, los únicos que han afrontado cargos por su relación con el atentado del 7-J que dejó 52 víctimas mortales, estaban bajo custodia desde entonces, ya que la acusación había reclamado un nuevo juicio que hoy concluyó con la declaración de inocencia de los tres por su supuesta misión de reconocimiento en la capital británica.
No obstante, este segundo jurado consideró que dos de ellos, Ali y Shakil, son culpables de otra de las imputaciones por las que se les juzgaba, relacionada con su estancia en un campo de entrenamiento en Pakistán. Ambos hombres conocerán mañana la sentencia.
Por su parte, el tercero, Sadir Salim, reiteró a la salida del tribunal en un comunicado leído por su abogado que no tiene "nada que ver" con la matanza. "Soy totalmente inocente y, aunque siempre habrá alguien que me relacione, en mi opinión este proceso nunca debió haber ocurrido", declaró.
La detención se produjo en 2007, tras las más amplia investigación criminal acometida por las fuerzas de seguridad de Reino Unido, que, con todo, no ha concluido. Así, la Policía cree que todavía hay personas que manejan datos que podrían ayudar a la investigación y el propio Ministerio Fiscal (Crown Prosecution Service) declaró hoy, tras conocerse el veredicto, que había suficientes pruebas para el juicio contra Alí, Salim y Shakil.
RELACIONES
Los tres hombres, naturales de la ciudad inglesa de Leeds, admitieron que conocían a los suicidas, pero en todos los casos negaron haberles prestado ayuda para localizar los objetivos para el ataque en cadena que acabó con la vida de 52 personas en la capital británica.
Así, el argumento de la Fiscalía en los dos procesos se había centrado en el viaje que realizaron a Londres acompañados por los que perpetraron el atentado y en el que visitaron algunos de los lugares más emblemáticos de la ciudad. Además, todos habían pasado un tiempo en campos de entrenamiento de Pakistán debido a su interés en apoyar a los musulmanes en lucha para liberar las tierras islámicas.
Sin embargo, los acusados aseguraron que había ido por una visita familiar y para "hacer algo de turismo" y negaron también las imputaciones según las cuales no sólo conocían las intenciones de sus compañeros sino que compartían los mismos objetivos. Así, se confesaron ideológicamente opuestos a la perpetración de atentados suicidas y dijeron haberse quedado impactados por el ataque.Los enigmas del 11-M. Luis del Pino.
Conflicto de Humanismo
Francisco Piñón
Departamento de Filosofía
DCSH, UAM-I
1. El mundo actual, en su globalidad, se debate en una crisis permanente. En todos los órdenes. Pero hoy, en esta determinada contemporaneidad de modernidad y ciencia técnica, está en riesgo la misma esencia del ser del hombre: la condición de humanidad, de civilización, de auténtico desarrollo integral. Hoy, más que nunca, la humanidad se encuentra a la deriva, a pesar de sus progresos técnico-científicos. El escenario de guerra, competencia comercial, conflicto de nacionalismos, conforman un paisaje en donde el humanismo ha perdido una portada universal. La humanidad, en cuanto tal, se encuentra en peligro. La máquina ha desplazado al hombre y éste se ha convertido en un mero apéndice de la cientificidad. Pareciera que el hombre se ha enredado en sus propios laberintos. En muchos de sus rubros ha perdido el rumbo. Sobre todo, el que más importa: su realización humana, aquella que le permita habitar un mundo en donde no se sacralice al homo oeconomicus y en donde la primacía de todo desarrollo sustentable lo ocupe el mismo hombre, como centro y finalidad principal de todo proyecto y planificación económica, administrativa y política, nacional e internacional. Los graves problemas que la humanidad tiene que afrontar, hoy se nos presentan con luz meridiana. La humanidad ha tocado fondo y límite de sobrevivencia. La realidad ha superado a la ficción apocalíptica.
El mundo actual, en su pretendida globalidad, en algunos de sus rubros, solo virtual, ha perdido vertiginosamente el sentido de una historia que le pueda proporcionar una efectiva y pragmática conciencia comunitaria de raza humana, de verdadera comunidad internacional. Ahora sí se ha generalizado, a nivel de factum, el famoso dictum-sentencia del filosofo Hobbes: el bellum omnium contra omnes, a nivel planetario, con una maquinaria cuya forma mentis conlleva una racionalidad de tecno-ciencia que no tiene otro objetivo
sino la concentración a ultranza de poder y riqueza, dejando al puro “formalismo” de las leyes y constituciones —solo forma de la ley— lo que la humanidad había logrado en cuanto conciencia comunitaria, sobre todo de aquellos humanismos que en otros tiempos daban sentido al vivir humano y en otros renglones habían conseguido un progreso tecno-civilizatorio que auspiciaba por lo menos la esperanza que no todo estaba perdido. Se soñaba en etapas y se creía que algunas se realizaban. Que la historia tenía sentido y que sus metas las podía realizar el hombre: bastaba que usase rectamente su razón. Por lo menos era el diagnostico de Kant. Y detrás de Kant, la no interrumpida toma de conciencia, con sus altas y bajas, de la cultura greco-latina, incluyendo la filosofía nietzscheana de la supuesta “muerte de Dios” o la concomitante “muerte del hombre”. En ellas se daba, por lo menos, una utopía.
Pero ahora, en esta globalidad conflictiva, donde ya no aparecen enamoramientos comunitarios, y en donde el moderno Leviatán ya ni siquiera ofrece la sicuritas que Hobbes exigiera, la humanidad globalizada pareciera que ha retrocedido a la primera conciencia de decadencia en la cultura griega (uno de nuestros horizontes culturales) cuando la poesía griega arcaica, la de teognis, detectaba la imposibilidad de redención de una comunidad en donde después de un resurgimiento de ciencia y arte no quedaba sino decadencia de espíritu y la cristalización —y no solo in nuce— del futuro homo homini lupus. Estoy refiriéndome al siglo VI a. C. Pero, al mismo tiempo, pareciera que ésta espécifica globalidad, fragmentada, que no ha logrado concretizar el “optimismo” del siglo de las luces, ni los mejores augurios de las revoluciones industriales, ni conquistado los sueños de las utopías de la modernidad, pareciera, también, que ha retrocedido al tiempo histórico de la mitología griega: cuando Zeus ordenaba y re-creaba la fundación del derecho natural a fin de que los hombres no se exterminen unos a otros. Léase y recuérdese el Protágoras de Platón y la Teogonía de Hesíodo. Ahora, la humanidad, como raza global, como antaño, está en peligro. Con toda nuestra racionalidad tecno-crítica, con todos nuestros “Discursos del Método”, nuestra filosofía pragmatista y nuestros racionalismos declarados y plasmados en nuestras constituciones triunfantes, nuestras sociedades postmodernas no solamente están cansadas; ya nacieron viejas, porque se anquilosaron
estructuralmente. Fueron elitistas, se nutrieron de los eternos “Becerros de Oro”, se erigieron a lo sumo en “Estados de Bienestar” pero para pocos, en republicanismos verticales y formalistas, en manifiestos de “Cartas Magnas” pero atados a los “Consensos de Washington” y a los leviatanes cuyos rostros han sido los grandes organismos internacionales. Sí, nuestras sociedades, aquellas que se creen globalizadas, están cansadas y estructuralmente enfermas. En ellas ya no laten las savias de los antiguos y mejores humanismos, los otrora “espíritus del pueblo” o están muertos o andan perdidos en los laberintos de los empirismos cientificistas e individualistas de una stoa moderna que todo lo ha convertido en marketing. El antiguo dios Moloch se ha universalizado y ha contaminado la trama del edificio social; las ideologías, como los Estados, se han “adelgazado”, privatizado, ya no tienen la peligrosidad revolucionaria de los años de juventud. Platón y sus poetas ya hace mucho que dejaron de animar el arte de las teorías políticas. Éstas se enamoraron de una concepción reduccionista del Maquiavelo histórico. Dejaron de combinar —si alguna vez la tuvieron– “fuerza y astucia” con “saber leer los tiempos y circunstancias”. Efectivamente, como han afirmado algunos filósofos, pareciera que los dioses han huido del mundo. Heidegger se quedó corto cuando se preguntaba “¿Y para que poetas?” al criticar la modernidad tecnológica, esa “esencia oculta” de una técnica que ha hecho del hombre, sí, un productor del mundo, pero lo hace transformándose él mismo en un mero dominador de una naturaleza que anteriormente era considerada no simple materia maleable y moldeable, sino aquella que era la “vicaria Dei opificis”, naturaleza “embriagada de divinidad” para usar la figura de Giordano Bruno. Hegel, discípulo de Bruno en este punto, no tiene ganada la batalla frente a Nietzsche, por lo menos en cuanto al diagnóstico. El hombre moderno, como lo pensaba Heidegger, se ha vuelto un “funcionario de la técnica”, en un simple instrumento dominador de un mundo mero objeto en donde Estado y sus instrumentos son, también, frutos de pura producción técnica1. Ahí se originó la mentalidad de la buro-tecno-ciencia, aquella que no ve sino puros quantums, la realización final de un paroxismo cartesiano que sólo detecta números, figuras y movimientos.
1 Heidegger, Martin, “¿Y para que poetas?” en Caminos del bosque, Alianza Ed., Madrid, 1996, p. 215.
Y aquella modernidad, predominante la nuestra, la que soñó, desde Pico della Mirandola, con una razón que todo lo podría conseguir y con una racionalidad de tecno-ciencia que de hecho se presentaba como un amable deus ex machina que Adorno no dejó de juzgar como algo más que una filosofía de la sospecha, esa modernidad, hoy en su fase global, se presenta ya desencantada. Con un desencanto que ya Weber sospechó, aunque no sus alcances, ni sus entramados complejos ideológicos.
2. Pero esa “filosofía de la sospecha” viene de más lejos y es más radical de lo que se imaginaba un Nietzsche, un Adorno o un Heidegger. No es, tan sólo, la racionalidad de una tecno-ciencia que ve solamente instrumentos y una naturaleza por dominar. Viene desde el inicio de la así llamada filosofía moderna. Desde el momento que esa pretendida modernidad realizó su matrimonio con un cogito, ergo sum, desde el cogito mismo, pero quedando el hombre encerrado en ese cogito-pensamiento-razón que se quedó en un ego-cogito-egoísta, mirando desde una razón y erigiéndola como criterio único, como árbitro y como fuente que todo lo medía y juzgaba pero a partir de si misma, excluyendo todo lo demás, lo otro, lo de fuera, lo extraño. Y todo lo que no era esa razón, ese cogito –ese pensamiento- se constituirá en un objeto, medible, dominable, llámese naturaleza, otros seres vivientes, otros hombres. Todo lo demás, lo que no era pensamiento, razón, cogito, era lo muerto, lo no vivo, lo que era, al fin de cuentas, un objeto. Y de ésta especifica concepción del coito cartesiano nos vino una “racionalidad” que se convirtió en una forma mentis que, en el fondo, no era sino un cogito egoísta, que se quedaba en sí y por sí encerrado en su incomunicabilidad; aquel que “contempla” un mundo o a los otros hombres como “objetos” de interpretar o dominar. O sea, un cartesianismo que todo lo detecta como figura, como número o como movimiento. ¿Dónde quedaba, por lo tanto, aquel humanismo cuyo espíritu hablaba de comunidad, de universalidad, de comunión de hombre y universo? El poder del Leviatán del mundo moderno ya tenía, pues, preparado su escenario.
Por otro lado, vivimos una utopía de buena globalidad, o una virtual globalización. Ni vivimos lo universal, en ningún rubro. Ni sabemos con certeza hasta donde nos llevará esta específica “experiencia” global. Sabemos de donde venimos, pero no sabemos hacia dónde vamos. Hemos roto los puentes que nos ligaban a las instituciones de los Estados nacionales del siglo XX. Política y cultura ya no convergen, tal vez nunca lo hicieron del todo, como lo soñaron nuestros ideólogos de los años precedentes, sobre todo cuando imaginaban una identidad nacional en una supuesta homogeneidad cultural con su correspondiente organización social. El Welfarestate hace mucho que hizo crisis y el estructural funcionalismo ya no inspira la teoría social. El sueño de Parsons de que la sociedad podría orientar la acción de los sujetos y hacen coincidir experiencia subjetiva y organización institucional, hoy se ha visto que se quedó en un puro nacionalismo metodológico en la línea de A. D. Smith2. Hoy la sociedad convive con otra clase de poderes y valores. La globalidad pretende abarcarlo todo: Estado, instituciones políticas y culturales, organización económica y sistema de valores3. Pero, en la práctica, vivimos una sociedad fragmentada. La mentalidad cientista y empirista, después de un largo recorrido, desde la scienza nuova, lo ha invadido todo. Hoy ya no vemos, sobre todo en nuestro mundo occidental, sociedades locales como sociedades homogéneas. La actual globalización ha asesinado ya a los dioses del estructural-funcionalismo y aquellos optimismos liberales que veían, tan sólo la unidad social y no sus rupturas. Y no sólo aquella de las protestas sociales sino también, y mayormente, la real fragmentareidad y diversidad de sistemas de valores, aún en aquellas sociedades que supuestamente se han juzgado culturalmente homogéneas. Las religiones, aunque le pese a Huntington y al mismo Toynbee, también tienen en su interior luchas fraticidas y las visiones políticas no son radiografías en sólo blanco y negro, aunque le pese todavía más a Huntington.
Hoy la subjetividad ya no se iguala ni representa un determinado orden social. Hay un “politeísmo de valores”. El Leviatán de antaño se ha diversificado. Se
2 Smith, A. D., Nationalism in the XX Century, M. Robertson, Oxford, 1979.
3 Touraine, A., Sociology without society, in “Current Sociology”, 46 (2):119-144, 1998.
ha revestido con vestimenta postmodernista, aquella que habla de subjetividades fragmentadas y localistas o aquella que encierra sensaciones sólo detectados por el criterio del dictum “solo y todo a mi manera”4. Y no en el sentido que hayan muerto los grandes relatos o haya llegado el fin de la historia, sino porque la supuesta globalidad no es tal ni en su universalidad, ni en su intentada uniformidad cultural. Pareciera que a mayor globalización corresponde más divisionismos culturales. El marketing de la publicidad nos presenta, sí, un mercado global, pero éste no ha comportado ni unidad social, ni paz cultural. Las fuerzas económicas del Leviatán moderno han disgregado el antiguo y supuestamente ordenado cuerpo político. Hobbes no pudo sospechar que la espada o el báculo de su Leviatán no controlaría sus pasiones. La cupiditas del poder tuvo mayor fuerza que la finalidad o la mecanicidad de su cuerpo social. Así como Kant, Hobbes no se imaginó la irracionalidad del comercio internacional, ni intuyó que los sujetos sociales podrían obrar non tantum mechanice. La globalización no es un fatum, ni ha producido un sólo y uniforme y lineal “humanismo”. Más aún, los ha agravado y alentado. Hay confrontaciones tecnológicas y guerras de mercados, aunque reconozcamos que existe una creciente integración de los sistemas financieros y económicos5. El rostro y la imagen es de “globalidad”, pero el espíritu de los diversos pueblos no tiene ni la misma musicalidad, ni lo alientan los mismos dioses. El espíritu absoluto que vino de Oriente, del que hablara Hegel, ciertamente insufló por sus razas, pero a éstas, en la cultura occidental, se les infiltró una buena dosis de la “irracionalidad-racionalidad” (Marcuse dixit). El cogito cartesiano alimentó no sólo “la filosofía de la sospecha”, sino también un solipsismo subjetivista que hizo perder el rostro universal del humanismo. Hoy el poder se ha diversificado de tal manera que parece que su imagen global no tiene centro. Así lo afirma la filosofía pragmatista. Pero el centro existe y se mueve: son los organismos de poder que, a nivel internacional, mueven la economía global.
Cierto, también. La filosofía del poder del pragmatismo norteamericano, la de W. James, John Dewey o Reinhold Niebuhr, quisieran —y lo intentan— no
4 Ver Featherstone M., Undoing culture: globalization postmodernist and identity, Sage, London, 1995.
5 Castells, M., The information age: economy, society and culture, Basil Blackwell, Oxford, 1996, p. 92.
tener centro ni sede. Quisieran escapar a esa “jaula de hierro” en la que creían ver encerrada a la filosofía de los “grandes relatos”. Pero no se dan cuenta que su “cárcel” es el poder gerencial, la institución de “pensamiento único”, aquél que se viste de gobierno modernizado, de planificación económica cuya savia sigue siendo el behaviorismo, el utilitarismo radical, la scientific management, herederos de la vieja “idea de progreso” de la filosofía iluminista, pero que no produjo sino desencanto y pesimismo (cfr. Weber y Adorno). Claro que la filosofía del pragmatismo tiene centro y sede dentro de la globalidad: su “humanismo” quedó encerrado en su tecno-ciencia, y el poder de sus sedes se quedó sin los diques éticos que lo pudieran frenar. El poder global se ha quedado sin barreras. El viejo dicho de “dejar hacer y dejar pasar” del primer liberalismo ha resucitado en las últimas reuniones del neo-liberalismo de Mont-Pélerin y Davos, en donde han pululado las posturas ideológicas de un Von Hayek, un Walter Lippman o un Karl Popper. La cultura global no ha tenido mejores padres fundadores. El sueño de Hobbes de unificar la realidad, se ha cumplido a medias. Se ha unificado, integrado, en el horizonte del mercado. Los avances tecnológicos lo han hecho posible. Inundan el globo, ciertamente, por lo menos como imagen y hacen de ésta, parodiando a Heidegger, la imagen “construida” de un mundo. Pero no es todo el mundo real. Ni lo que proyectan es tocable, desde el punto de vista de un humanismo universal.
Hoy, no podemos negarlo, existe un determinado mercado global que ha destruido las anteriores instituciones locales o nacionales, que creían conformar un orden social relativamente coherente en donde el Estado era árbitro y guía de planificaciones económico-sociales6. El Welfarestate quedó herido de muerte, al parecer. Los mercados se globalizan, sobre todo con un sistema financiero que crea interdependencias, marginando territorios y políticas nacionales, propiciando un fuerte desequilibrio entre sistemas económicos y poder político. Es lo que Habermas ha designado como la “segunda gran transformación”7. No es extraño, pues, que en este punto asistamos a un escenario en donde el poder económico, tramite los
6 Lash, S., Urry J., Economies of signs and space, Sage, London, 1994. Amin, S., Oltre la mondalizzazione, Ed. Riuniti, Roma, 1999.
7 Habermas, J., La costellazione postnazionale, Feltrinelli, Milano, 1999.
massmedia, se erijan en juez supremo de ciertos poderes políticos y sometan a éstos a criticas severas con una buena dosis de escarnio. Pontifican desde el Olimpo de una economía que es pura crematística, siendo centro y sede no una deletérea “mano invisible” sino un global Leviatán cuyos tentáculos son FMI, Banco Mundial, instituciones financieras y las grandes multinacionales. Pero el gran Leviatán no ha podido controlar todo el movimiento de su pretendido cuerpo social. El imperio genera sus propias contradicciones y le nacen las lógicas “resistencias”. Y, en primer lugar, la lucha y la oposición que, en el horizonte cultural, sobre todo en el terreno de la identidad y tradiciones populares, llevan a cabo algunos Estados que se resisten a subirse al tren de esta especifica globalización. No todos los autores hablarán de muerte o desvanecimiento del poder soberano del Estado Nacional8. El Estado, como entidad (no ente), como un factum cultural, rebasa los límites de lo formalmente legal, y en eso reside el ámbito donde se gestan multitud de “resistencias” a los poderes establecidos. El mismo continente de la economía, por más que esta lleve la batuta en la actual globalización, no se encierra en un economicismo reduccionista. La política, ya lo ha escrito A. Gramsci, lleva detrás una filosofía, una cultura, i.e., una historia. Y es, precisamente, por y en la esfera cultural donde los pueblos y los individuos se organizan y toman conciencia. El poder nunca llega desnudo, ni tampoco muere sin ofrecer batallas culturales. La globalización, ésta, de mercados con centro y sede, no es sólo de merces o de tecnologías, sino también de ideas, de cruces de información, de manipulación y transferencias hasta de seres humanos. La globalización del mundo es, en la misma medida que económica, lo es en el terreno de la cultura o de la política9. El Leviatán también ha necesitado artistas y alguien, de la misma manera, como el antiguo David, tiene que saber que tiene sus pies de barro. El Imperium, desde el punto de vista histórico, se ha ido construyendo con múltiples ladrillos culturales. Por eso, quien intente derribarlo ya no le basta la honda davidiana. Las “resistencias” se pueden transformar, y de nuevo, ya lo dijo Gramsci, en no sólo “guerras de maniobra”, sino aquellas, más culturales, de “guerras de posición”.
8 Berger, S., Dore R., Ed., Differenze nazionale e capitalismo globale, Il Mulino, Bologna, 1998.
9 Waters, M., Globalization, Routledge, London, 1995.
3. La confluencia de culturas, el choque de unas con otras, la oposición y lucha entre lo antiguo y lo nuevo, entre tradición y modernidad, entre lo que debe morir y no muere del todo, entre los que quisieran ver un orden nuevo y los que hacen lo posible por defender su status quo, hace posible un escenario en donde ni siquiera la actual globalización es lineal, ni situada sin sobresaltos. El Leviatán no está en paz. Nunca lo ha estado. Ni siquiera en los tiempos ingleses de Hobbes. Al poco tiempo le chorreaban las pasiones. Por tal motivo, existe la confrontación de visiones del mundo, lucha de religiones, y no sólo entre sus fundamentalistas. Y, por lo mismo, diversidad de humanismos.
Por otra parte, tenemos que reconocer que nuestro mundo está fracturado. A pesar de la economía global y a pesar de que los imperios intenten “igualarnos” a todos los pueblos como si fuera un solo bocado para engullir o un solo cuello para cortar. Por desgracia para el imperio, para ese poderoso Leviatán, como afirmaba C. Geertz en 1999, “la multiplicidad de las culturas es un dato cierto, más aún en aumento. Desafía las potentes fuerzas de la moderna producción industrial, del dinero, de la movilidad y del comercio, tendientes a crear una red de interconexiones. Cuanto más las cosas se acercan unas a otras, tanto más permanecen separadas.”10. Hoy, más que nunca, el mundo está dividido. El hombre se encuentra fracturado, y no sólo por sus visiones del más allá, sino por la concreticidad de lo de aquí y ahora. Dividido por sus dioses nacionales, por sus intereses de clase, por los feudos en competencia, por esa variabilidad de pareceres y subjetividades meramente individualizadas, en donde ya no existe un humanismo comunitario, como un politeísmo ético a la medida de cada quien, a la imagen de cada quien, en donde nada tiene que ver la democracia, ni la conservación de un patrimonio común. Sí, se han roto demasiados diques culturales y se han abierto muchos mares, pero pareciera que remamos a la deriva, solos, en un planetario homo homini lupus. Nuestra “socialización” nunca fue tal, real, viva y operante. Ni la parsoniana, por fortuna, ni la marxista, por desgracia. Han sido retazos, intentos, de ciertos funcionamientos o experimentos que se han quedado, en todo caso, en los ámbitos locales. Ni hemos aterrizado la paz social, ni puesto en práctica lo
10 Geertz, C., Mondo globale, mondi locali, Il Mulino, Bologna, 1999, p. 59.
mejor de la heredad de los grandes humanismos del pasado. Ni condividimos el diagnóstico de nuestros males sociales, ni mucho menos los remedios a las políticas públicas por realizar. Estamos todos concientes de los peligros que acechan a esta globalidad. De acuerdo. Tal vez empezamos a tomar conciencia desde el Protágoras de Platón o desde el conflicto de la Civitas Dei vs. la Civitas hominis de San Agustín. O desde el “Proemio” a la Divina Comedia de Dante, cuando éste se preguntaba cómo y por qué hemos perdido el rumbo. No tenemos que llegar a los tiempos de la filosofía de la sospecha de Nietzsche o Freud o al pesimismo de Adorno para darnos cuenta que nuestro mundo anda mal. Tampoco nos ponemos de acuerdo en la naturaleza de nuestros “humanismos”. Chocamos como chocan las religiones, ni siquiera comenzamos a trabajar con lo que nos pudiera unir. Tenemos diagnósticos diferentes y, a veces, encontrados. Por ejemplo, Ritzer en 1997 ya preveía una “Macdonalización” de una cultura global, una especie de homogeneidad cultural11. No sospechaba que las culturas subalternas tienen defensas o resistencias de corrientes subterráneas que los imperios no detectan y que ciertos “humanismos” antiguos pueden resucitar nuevas utopías. Y no precisamente religiosas o con lenguajes religiosos, aunque éstas, a veces, se hayan revestido, en cuanto a la eticidad, de ropajes eminentemente secularizados. Otros, como el Prof. Huntington que acierta, como Toynbee, al resaltar la importancia del elemento ético-político de las religiones, pero, a mi entender, detecta un “choque” de civilizaciones demasiado reduccionista, casi sin antagonismos económicos reales y sin tener en cuenta la complejidad histórica. Igual de a-histórico y unilateral su diagnóstico sobre Estados Unidos de Norteamérica en su libro Who are we?12. Definitivamente, los consejeros de los príncipes y de los imperios suelen olvidar lo que hay en los valles, como lo consignó el gran Maquiavelo. Total, no nos ponemos de acuerdo ni en la especificidad de nuestros males, ni en los escenarios culturales que nos corresponde evaluar, diagnosticar, criticar. Por eso, algunos, como Hannerz, han hablado de una cultura híbrida y de composiciones y recreaciones
11 Ritzer, G., Il mondo alla Macdonald, Il Mulino, Bologna, 1997. 12 Huntington, S., Lo scontro di culture, Rizzoli, Milano, 1998. Huntington, S., Who are we? The Challenges to America’s National Identity, Simon-Schuster, N. Y., 2004.
periféricas13. Otros, como Morin, nos recordarán que ya vivimos una anomia cultural y tal vez de ahí pueda partir, como Robertson sostiene, una nueva cultura y, por supuesto, un nuevo y redoblado humanismo14. Pero este humanismo, para ser tal, tendrá que tener carácter global. La humanidad necesita una nueva cultura global y, por lo tanto, una ética global. Y se entiende que al decir ética global no decimos sociedad global como sinónimo, estilo Parsons, de sistema. Tal vez no sepamos definir o prever las características de una sociedad global, tal y como N. Luhmann ya desde 1975 la delineaba15. Pero la globalidad actual, o la de los próximos años, no puede defender una “homogeneidad cultural”. Sería un humanismo irreal, un deus ex machina, escenario ideal para los fundamentalismos triunfantes o para el Leviatán economicista. Un humanismo global tendría que tener en cuenta los diversos “humanismos” reales, lo mejor de ellos, aquellos de las diversas culturas reales de los pueblos. El Imperio no puede, ni debe, pretender un pensamiento único. Ni configurar un corpus societario donde se pierdan las diferencias muy humanas de los pueblos.
miércoles, 22 de abril de 2009
Chemtrails , la prueba definitiva
Gracias a DETECTIVEFOX
Yo mismo lo he comprobado y he hecho mi propia marquita en Google Earth.
Quieren controlar Internet
Obama podría controlar Internet
Mother Jones
Traducido para Rebelión por Juan Agullo
13/04/09
Una nueva ley podría otorgarle al Presidente la facultad de frenar el tráfico en La Red y de acceder a datos privados en caso de emergencia.
¿Podría, el Presidente, cortar el tráfico cibernético en caso de emergencia?
...Siga leyendo, haciendo click en el título...
Los senadores John Rockefeller (Demócrata, de Virginia Occidental) y Olympia Snowe (Republicana, de Maine) así lo creen. El miércoles [pasado: día 1 de abril, ambos] introdujeron una [propuesta de] ley encaminada a la creación de un Consejo Nacional de Ciberseguridad [NCA, de sus siglas en inglés] que formaría parte del poder ejecutivo y tendría amplios poderes de observación y control sobre el tráfico de Internet, con vistas a hacer frente a eventuales amenazas a la infraestructura informática sensible. Dichos amplios poderes podrían afectar a diversas libertades civiles.
La Ley de Seguridad Cibernética [CSA, de sus siglas en inglés: ver archivo adjunto] otorga al Presidente la facultad de “declarar emergencias de seguridad cibernética” y frenar o ralentizar –en nombre de la seguridad nacional- el tráfico [de datos] en las redes de información “sensibles”. La CSA no define [lo que quiere decir] ni [con] “redes de información sensible” ni [con] “emergencia de seguridad cibernética”. Le correspondería hacerlo al Presidente.
Además, la CSA, también le otorga plenos poderes al Secretario de Comercio, al que le proporciona “acceso –sin necesidad de respaldo jurídico alguno- a todo dato relevante (y sensible) que incumba a redes sensibles”. Ello quiere decir libre acceso a datos privados y redes públicas sin necesidad de observación de las leyes de protección a la intimidad.
Rockefeller –como miembro de la Comisión de Inteligencia del Senado, que presidió hasta el año pasado- está convirtiendo la ciberseguridad en un asunto estratégico. Actualmente preside la Comisión de Comercio, Ciencia y Transporte, [áreas que también] se verán afectadas por la CSA.
“Tenemos que proteger nuestra infraestructura sensible cueste lo que cueste: del agua a la electricidad, pasando por la banca, la transmisión de datos y las bases de datos… y me quedo corto”, aseveró Rockefeller en un comunicado. Snowe secunda a su colega “si no actuamos rápido, se nos puede venir un ciber-Katrina encima” [NDT: en referencia al huracán que devastó, en 2005, Nueva Orleans].
Pese a las justificaciones [esgrimidas] los amplios poderes delineados por la CSA preocupan. “Las amenazas a la seguridad informática son reales”, reconoce Leslie Harris, Presidenta del Centro para la Democracia y la Tecnología (CDT), “sin embargo, una rápida y drástica intervención gubernamental en las comunicaciones privadas y en las redes públicas pudiera representar una amenaza, tanto para la propia seguridad como para la privacidad”.
[De hecho] –según el consultor del CDT, Greg Nojeim- la CSA pudiera pervertir la Ley de [protección a la] Intimidad de las Comunicaciones Electrónicas (ECPA, de sus siglas en inglés). Dicha ley, promulgada a mediados de la década de los años 1980, exige autorizaciones legales previas a la observación y al control de las comunicaciones informáticas.
“Se trata de poderes increíblemente amplios” apunta Nojeim, quien puntualiza que existen leyes que podrían “poner en tesitura tanta discrecionalidad”.
Jennifer Granick, especialista en libertades civiles de la Fundación de la Frontera Electrónica (Electronic Frontier Foudation, EFF) afirma que la concesión de tales poderes al secretario de Comercio pudiera convertir Internet en una red mucho menos segura [de lo que lo es actualmente]. Cuando una persona tiene acceso a toda la información de un red, esta última, “aumenta los términos de su vulnerabilidad, básicamente, porque [mediante dicha decisión] se establece, para los malos, un camino [seguro] hacia la vulneración”.
El objetivo de la CSA, añade Granick, es “contrario a las garantías constitucionales” y lo es “por el impacto [negativo] que puede tener en los derechos de intimidad de los usuarios de La Red. Si el Departamento de Comercio detectara pruebas de actividades ilegales en áreas sensibles, podría utilizar judicialmente dicha información, a pesar de que esa no constituyera la intención inicial del acto de observación. Ello violaría la garantía constitucional que protege contra investigaciones aleatorias”.
“Una vez que se tiene una información, esta podría ser usada con cualquier objeto, incluso diferente al que provoca el acto inicial de observación” remarca Granick. ¿A quién le interesa esta ley? se pregunta, “a la industria de la seguridad, que quieren garantizarse una [especie de] subvención pública” [NDT: insinúa una especie de necesidad creada].
Nojeim piensa que pese a todo, en última instancia, tanta amplitud de poder pudiera ser recortada [antes de la aprobación de la ley] por vía legislativa. Por eso se muestra dispuesto a trabajar con los legisladores “para clarificar lo que sea necesario y hacer las cosas de la mejor manera”.
Las lecciones que Haití nos enseña
El último día de febrero pasado se cumplió el quinto aniversario del Golpe de Estado en Haití –29 de febrero del 2004. Desde entonces Haití ha resistido la intervención de los Estados Unidos, Canadá y Francia, y de la MINUSTAH (Naciones Unidas). La prensa menciona a Haití muy poco. Canadá se vanagloria frecuentemente por su papel de “moderador” pero ha tenido responsabilidad directa en el golpe de estado del 2004 en Haití. No quedan ya dudas de la naturaleza del golpe de estado, pero si de las razones por la que Aristide fue removido.
“El presidente Aristide, como el mismo ha comentado, fue privado ilegalmente de su libertad por agentes de los Estados Unidos armados, que lo raptaron, colocaron en un avión y lo transportaron por la fuerza de su país a Africa.” (ACHR Comisionado Explicando la votación en un Reporte sobre Haití, marzo 2008 -www.haitisolidarity.net)
Aquel 29 de febrero tropas canadienses auxiliaron a las americanas asegurando el aeropuerto principal de Haití mientras estas raptaban al presidente y lo sacaban del país. Pronto son involucradas las Naciones Unidas con la pretensión de una intervención multinacional en “beneficio de los haitianos” y con responsabilidad compartida en las violaciones de derechos humanos que allí tuvo lugar.
“Inmediatamente después, fuerzas de ocupación se pusieron de acuerdo y apoyaron a las fuerzas de las Naciones Unidas –conocidas como MINUSTAH – que entraron el territorio haitiano. Las fuerzas de ocupación no pueden decir que no fueron parte de lo que ocurrió en Haití. Haití era territorio ocupado. ¿Quien es responsable de las violaciones de los derechos humanos (que se producen) durante una ocupación?” (ACHR Comisionado Explicando la votación en un Reporte sobre Haití, marzo 2008 -www.haitisolidarity.net)
Las razones del golpe pueden ser materia de especulación. Francia y sus intereses en el área, Martinica y Guadalupe. Los Estados Unidos y el odio de los republicanos a Aristide –un odio obsesivo y racista. Canadá y los posibles contratos en beneficio de compañias canadienses, un idioma común, y creciente complicidad en aventuras imperialistas comunes.
Canada en Haití
Canadá plantéa la doctrina “responsabilidad de proteger” por la cual guerras ilegales se justifican transformadas en “intervenciones humanitarias” –racionalización predilecta del imperialismo mundial (excusa recientemente mencionada con respecto a México descripto como país “ingobernable” en conexión con el narcotráfico). Canadá convoca al encuentro en Meech Lake el 2003 donde se decide reemplazar al presidente Aristide por un gobierno títere. Canadá contribuye directamente al golpe de estado con fuerzas militares y con 500 tropas de ocupación protegiendo al régimen títere ilegalmente instalado. Canadá, su Real Policía Montada (RCMP), entrena a la policía nacional de Haití en tácticas de asalto, que luego son empleadas contra activistas en lucha por la democracia haitiana. Canadá favorece ajustes estructurales neoliberales que destruyen la economía haitiana. Canadá usa fondos de asistencia internacional para el desarrollo como arma, primero reduciendo la ayuda con lo que contribuye a crear en Haití la condición de “estado fracasado” usada mas tarde para justificar el Golpe. Segundo, y una vez instalado el regimen títere, Canadá aumenta esa ayuda financiera apoyándolo y le presta adicional ayuda financiera y administrativa, a través de CIDA, para reformar el sistema judicial –colaborando a que el régimen de Gerald Latortue mantenga control del poder mientras arresta haitianos arbitrariamente. Canadá reconoce el regimen títere de inmediato, y contribuye a encubrir sus excesos de violencia. Canadá financia el proceso electoral tutelado que instala a Rene Preval el 2006 –para ese entonces a Canadá le preocupaba la “democracia” en Haití. Muy especialmente, Canadá se asegura de que compañias canadienses obtengan jugosos contratos para la “reconstrucción” de Haití, mientras contribuye a la privatización del sector público de ese paìs (Coalición para Oponerse al Tráfico de Armas -Coalition to Oppose the Arms Trade, COAT, marzo, 2007, coat.ncf.ca).
Latinoamericanos y MINUSTAH
Para junio del 2004, unos meses después del golpe, aparecen en Haití los cascos azules funcionando bajo MINUSTAH y contando con unos 7000 soldados, 1800 fuerzas policiales, 500 civiles pero apenas 20 oficiales de derechos humanos. A cargo de estas fuerzas esta el general brasileño Augusto Heleno Ribeiro Pereira. La misión involucra a varios países latinoamericanos, Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Ecuador, Guatemala, Paraguay, Peru y Uruguay. Entre ellos hay varios considerados “progresistas” e incluso algunos autodenominados “socialistas”. Las acusaciones públicas de violaciones de derechos humanos comienzan a emerger a pesar del olvido; el general Ribeiro Pereira declara que es presionado por Canadá, Francia y los Estados Unidos para que se obtengan “resultados” y para que se use la violencia. La élite haitiana también presiona, entre ellos están Reginald Boulos, Charles Henry Baker y Andy Apaid, que piden se de cacería a los “bandidos” (nombre que los ricos dan a los simpatizantes de Aristide). El futuro probaría que la presión era real, el general Teixeira de Matta Bacellas, sucesor de Ribeiro Pereira, se suicida después de una acalorada reunión con Reginald Boulos (presidente de la Cámara de Comercio de Haití). Cada campaña de presión de la élite haitiana anticipa una masacre en barrios pobres de Port-au-Prince (donde Aristide es popular).
El ejercito brasileño tiene su propia y extensa historia de violaciones a los derechos humanos. Los militares brasileños dan un golpe de estado contra su presidente Joao Goulart en 1964, incitados y apoyados por los Estados Unidos. A partir del golpe se encargan de exportar sus “técnicas de tortura” a Latinoamérica (en los 60 y 70). La MINUSTAH incluye además fuerzas militares de Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay, paìses todos involucrados en la famosa Operacíon Condor, en la que fuerzas militares y paramilitares se unen, a instancias de Chile, para dar cacería a latinoamericanos de la oposición. Operación Condor funciona a partir de 1975 y aunque su existencia se mantuvo en secreto, su existencia durante el período más negro de la historia sudamericana se descubre a partir de 1992. Operación Condor incluye el secuestro, tortura y asesinato de prisioneros políticos de los varios países involucrados en el pacto. El juez paraguayo José Agustín Fernández descubre, en Asunción del Paraguay y posterior al derrocamiento del dictador paraguayo Alfredo Stroessner, una pieza llena de documentación que prueba su existencia. Fernández estaba cumpliendo un levantamiento de información relevante a la detención de Martin Almada, prisionero político paraguayo. Brasil fue un invitado en Operación Condor. La realidad del pasado de violaciones de derechos humanos de las fuerzas militares latinoamericanas involucradas en MINUSTAH no pude ser secreto para nadie. Esas mismas fuerzas fueron mandadas a Haití para servir de pantalla al golpe militar que Estados Unidos, Francia y Canadá perpetraron y para colaborar con los designios funestos de Gerald Latortue, un funcionario más americano que haitiano.
Derechos Humanos: Violaciones
En agosto del 2006 dos investigadores de la Escuela de Trabajo Social de la Wayne State University, Athena Kolbe y Royce A. Hutson, publican en el Lancet una investigación que estima “seria” la frecuencia y severidad de los abusos a los derechos humanos en Haití desde el secuestro y expulsión de Aristide. El estudio estima que unas 8000 personas han sido asesinadas en el gran Port-au-Prince entre febrero 2004 y diciembre 2005. Casi la mitad de los autores de estos crímenes son fuerzas del gobierno o actores políticos externos. El asalto sexual de mujeres y niñas se estima como “común”; los resultados sugieren que 35.000 mujeres fueron victimizadas y más de la mitad de ellas eran niñas (menores de 18 años). Los mas comunmente identificados autores de los asaltos sexuales son criminales comunes, pero, notablemente, oficiales de la Polícia Nacional de Haití son identificados como responsables en el 14% de los asaltos sexuales y grupos armados contrarios a Lavalas de un adicional 11% de ellos (www.thelancet.com).
Kolbe y Hutson estiman unas 13.000 detenciones o arrestos por parte del gobierno, 11.000 secuestros o detenciones extrajudiciales, 21.000 asaltos físicos y mas de 70.000 amenazas de violencia física, sexual y de muerte (www.thelancet.com). Debido a la publicación de esta investigación, Athena Kolbe recibe amenazas de muerte e insultos, la amenazan por teléfono diciéndole “perra, que debería morir” y la acusan de ser “Lavalas chimere,” (simpatizante) por lo que le prometen “una muerte dolorosa” (www.zmag.org/znet/
Pero los investigadores no están solos en reconocer el abuso a los derechos humanos que se está dando, la Comision de los Derechos Humanos confirma las violaciones en Haití en su reporte de marzo 2008 diciendo: “ las fichas dormidas en la Comisión denuncian actos barbáricos cometidos por MINUSTAH y el papel de esta fuerza de ocupación en casos de violencia sistemática. Se sabe categoricamente que las fuerzas de ocupación apoyaron a quienes cometieron persecuciones, secuestros, tratamientos crueles y degradantes, privación ilegitima de la libertad, y completo desprecio por la integridad física, mental y moral de las personas que quedaron desprotegidas de sus garantías para ejercitar sus derechos. En otras circunstancias, la Comisión ha sido notificada que las fuerzas de ocupación no actuaron para prevenir la comisión de esos actos. ”
Y agrega: “Era conocimiento público que durante la ocupación la población vivía en terror, con mujeres, hombres, niños y adolescents –en suma el pueblo de Haití- viviendo sus vidas en condiciones infrahumanas: sin acceso a agua potable, alimentos, vivienda y provisiones mínimas para la satisfacción de sus necesidades básicas. La Comisión misma supo lo que estaba sucediendo y sobre la persecusión desatada contra sectores políticos, como el partido LAVALAS. Había información sobre las ejecuciones extrajudiciales y las massacres que tuvieron lugar en los distritos de Port-au-Prince, como Bel-Air, Cite Soleil, Delmas, Fort National, Grand Ravine, y Martissant, y otros.” (www.haitisolidarity.net)
El general Ribeiro Pereira renuncia en conexión con la massacre de Julio del 2005. Asume su cargo el general Teixeira de Matta Bacellar que se suicida un año después. Lo sigue un tercer general brasileño, Carvalho de Siqueira, quien toma el mando hasta septiembre del 2007, y es remplazado por un civil, Hedi Annali.
Haití
Yves Engler, escritor y activista canadiense responsable de tirar pintura roja sobre el entonces ministro de Asuntos Extranjeros, Pierre Pettiegrew , habla de las lecciones que Haití enseña. La primera, dice, es que las “fuerzas de paz” pueden ser usadas para dar las más brutales guerras de clase. En Haití, estas “fuerzas de paz” han apoyado a la Policía Nacional en violentos asaltos sobre comunidades pobres y pacificos manifestantes, y participaron directamente en asaltos sobre vecindarios pobres durante la “campaña pacificadora.” Las redadas más terribles ocurrieron en enero 6 del 2005 y diciembre 22 del 2006, juntas dejaron 35 civiles muertos y docenas de heridos en Cité Soleil. Después, en abril del 2008 las mismas “fuerzas de paz” sofocan levantamientos debidos al aumento contínuo del precio de los alimentos asesinando a varios manifestantes. (Lecciones de Haití -Lessons of Haiti, www.rabble.ca)
Otra lección, dice Engler, es que las organizaciones no-gubernamentales (ONGs) aunque se auto-proclaman progresistas pueden actuar como brazo del imperialismo en cualquier momento. Haití, dice, es una sociedad dependiente de las ONGs –se estima tiene el mayor número de ONGs por habitante y que la mayoría de los servicios sociales del país están en manos de ONGs nacionales y extranjeras. Fueron organizaciones no-gubernamentales quienes, junto a la Administración Bush, a Ottawa y a un puñado de matones armados, se unieron para remover al gobierno democráticamente elegido de Haití el 2004. Grupos como “Desarrollo y Paz-Development and Peace”, “Derechos y Democracia- Rights and Democracy”, “Oxfam Québec”, “Alternatives”, piden la intervención con la excusa de “proteger los derechos humanos” pero durante la ocupación ignoran o niegan el masivo aumento de violaciones a los derechos humanos que ocurre (Lecciones de Haití-Lessons of Haiti, www.rabble.ca).
“Alternatives” (de Québec) es un buen ejemplo de la actitud colonial reinante, dice Engler, pues publicamente dice: “En un país como Haití, en el que la cultura democrática nunca ha prendido, el concepto de bien común y el significado de elecciones y representación se limitan a las élites educadas, y en particular a aquellos quienes han recibido educación ciudadana dentro de los movimientos sociales.” Lo que asume que los haitianos no saben lo que es bueno para ellos mismos a menos que hayan sido “educados” por una ONG foránea.
Aunque en Canadá pocos cuestional las ONGs, en Haití (y crecientemente en el Tercer Mundo) son muy criticadas. Engler plantéa que la mayoría de los canadienses “progresistas” ven a las ONGs como parte de la solución al problema de la pobreza, pero los haitianos las ven en conexión a que apoyaron el golpe de estado contra Aristide, su presidente legítimo. Y agrega que el periódico haitiano Haiti Progrès ha llamado a las ONGs “mafia” y que en febrero 5 el actual presidente de Haití, René Préval, pide que Washington no envie su ayuda a través de las ONGs. La desconfianza sobre las ONGs aumenta en el Tercer Mundo – “florecen” con la pobreza pero no la resuelven y muchas veces favorecen ajustes estructurales que la acrecentan.
También se desconfía crecientemente de los “progresistas” en Latinoamérica, ya que varios gobiernos que se identifican como tal implementan políticas neoliberales y maltratan a los pobres y las minorías igual que la derecha. Además varios de ellos no han tenido problema en participar con MINUSTAH y contribuir a la opresión y violación de los derechos humanos de los pobres haitianos. Brasil bajo Lula es un buen ejemplo de esto en particular porque ha estado incluso a la cabeza de MINUSTAH. Se ha dicho que Brasil busca un lugar permanente en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, por lo que vendió su alma al diablo, venta inutil porque tampoco lo obtuvo.
Raul Zibechi, periodista uruguayo, argumenta que hay más que eso. Sorprende, dice Zibechi, que la misma izquierda latinoamericana que ha denunciado las guerras imperialistas en Irak y afganistán con razón, no cuestione el genocidio en Haití (y peor, sea parte de él). Lo que sucede en Haití, argumenta, es una “guerra contra los pobres,” que tiene paralelo (en cuantos a las actividades de los militares) con la guerra que muchos soldados latinoamericanos han sostenido en distritos pobres de sus ciudades –por ejemplo en las favelas en Brasil. Guerras que comparan a la que dan contra los pobladores pobres de Cite Soleil en Haití.
El diputado brasileño Marcelo Freixo, explica Zibechi, argumenta que las favelas son un espacio público ocupado por un enemigo público –en el que el desorden y la inseguridad se han vuelto total ausencia de derechos, “un enorme tanque militar apuntando a la comunidad.” El pobre visto como enemigo, deshumanizado, facilita que se le maltrate o asesine. Pero, argumenta Zibechi, criminalizar a los pobres no es solo un problema para los pobres, es también un problema para la izquierda, porque una izquierda “manchada con la sangre de los pobres deja de ser izquierda” (Let’s all stand with Cite Soleil, www.haiti.solidarity.net).
Me parece que Zibechi pone en el mismo saco a progresistas e izquierdistas. Frecuentemente, los progresistas son izquierdistas hasta que asumen el poder, prometen cambios y el fin de la opresión, pero una vez en el poder traicionan los programas de izquierda, y niegan responsabilidad por su traición culpando a la izquierda y acusándola de ser muy “radical” o de ser “dinosaurio” y quedarse “estancada en el pasado.” Cambia, todo cambia, como diría Mercedes Sosa.
Personalmente, fue triste comprobar que el gobierno “progresista” de Uruguay seguiría también este padrón, emulando desesperadamente a los chilenos. Y sin embargo no faltaron los activistas uruguayos que denunciaron estas traiciones. Eran la izquierda uruguaya, la verdadera. ¿Por qué? Porque seguía el programa en favor de la gente, en vez de apegarse a las “personalidades progresistas” que lo traicionaron. Al final el asunto sigue siendo el mismo: ser o no ser. Es otra lección que nos ha dado con gran costo Haití: ni Cuba ni Venezuela son parte de MINUSTAH porque lo tienen claro.